Enfrentamiento con los Tlaxcaltecas (Continuación)

Texto original con ortografía de la época:

 

Volvamos a nuestra batalla: que, como había bien una hora que estábamos en las rencillas peleando, y los tiros les debían de hacer mucho mal; porque, como eran muchos, andaban tan juntos, que por fuerza les habían de llevar copia dellos; pues los de a caballo, escopetas, ballestas, espadas, rodelas y lanzas, todos, a una peleábamos como valientes soldados por salvar nuestras vidas y hacer lo que éramos obligados; porque ciertamente las teníamos en grande peligro, cual nunca estuvieron; y a lo que después supimos, en aquella batalla les matamos muchos indios, y entre ellos ocho capitanes muy principales, hijos de los viejos caciques que estaban en el pueblo cabecera mayor; a esta causa se retrajeron con muy buen concierto, y a nosotros que no nos pesó dello; y no los seguimos porque no nos podíamos tener en los pies, de cansados; allí nos quedamos en aquel pueblezuelo, que todos aquellos campos estaban muy poblados, y aun tenían hechas otras casas debajo de tierra como cuevas, en que vivían muchos indios; y llamábase donde pasó esta batalla Tehuacingo o Tehuacacingo, y fue dada en 2 días del mes de septiembre de 1519 años; y desque nos vimos con victoria, dimos muchas gracias a Dios, que nos libró de tan grandes peligros; y desde allí nos retrajimos luego a unos cues que estaban buenos y altos como en fortaleza, y con el unto del indio que ya he dicho otras veces se curaron nuestros soldados, que fueron quince, y murió uno de las heridas; y también se curaron cuatro o cinco caballos que estaban heridos. Y reposamos y cenamos muy bien aquella noche, porque teníamos muchas gallinas y perrillos que hubimos en aquellas casas; con muy buen recaudo de escuchas y rondas y los corredores del campo, y descansamos hasta otro día por la mañana. En aquesta batalla tomamos y prendimos quince indios y los dos dellos principales; y una cosa tenían los tlascaltecas en esta batalla y en todas las demás, que en hiriéndoles cualquiera indio, luego lo llevaban, y no podíamos ver los muertos.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 163-163
Lugar(es):
  • Tehuacingo
Persona(s):
  • Hernando Cortés
Actor(es):
  • indios tlaxcaltecas
  • Soldados