Enfrentamiento con los tlaxcaltecas. Consecuencias

Texto original con ortografía de la época:

Y como ya peleaban de mala gana, y sintieron que las capitanías de los dos capitanes por mí nombrados no les acudían, comenzaron a aflojar; porque, según pareció, en aquella batalla matamos un capitán muy principal, que de los otros no los cuento; y comenzaron a retraerse con buen concierto, y los de a caballo a media rienda siguiéndolos poco trecho, porque no se podían ya tener de cansados; y cuando nos vimos libres de aquella tanta multitud de guerreros, dimos muchas gracias a Dios. Allí nos mataron un soldado y hirieron más de sesenta, y también hirieron a todos los caballos; y a mí me dieron dos heridas: la una en la cabeza, de pedrada, y otra en un muslo, de un flechazo, mas no eran para dejar de pelear y velar y ayudar a nuestros soldados. Y asimismo lo hacían todos los soldados que estaban heridos, que si no eran muy peligrosas las heridas, habíamos de pelear y velar con ellos, porque de otra manera pocos quedaron que estuviesen sin heridas; y luego nos fuimos a nuestro real muy contentos y dando muchas gracias a Dios, y enterramos los muertos en una de aquellas casas que tenía hechas en los soterraños, porque no viesen los indios que éramos mortales, sino que creyesen que éramos teules, como ellos decían; y derrocamos mucha tierra encima de la casa porque no oliesen los cuerpos, y se curaron todos los heridos con el unto del indio que otras veces he dicho. ¡Oh que mal refrigerio teníamos, que aun aceite para curar heridas ni sal no había! Otra falta teníamos, y grande, que era ropa para nos abrigar; que venía un viento tan frío de la sierra nevada, que nos hacía tiritar (aunque mostrábamos buen ánimo siempre), porque las lanzas y escopetas y ballestas mal nos cobijaban. Aquella noche dormimos con más sosiego que la pasada, puesto que teníamos mucho recaudo de corredores y espías, velas y rondas. Y dejarlo he aquí, e diré lo que otro día hicimos en esta batalla: y prendimos tres indios principales.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 167-168
Lugar(es):
  • Tlaxcala
Persona(s):
  • Bernal Díaz del Castillo
Actor(es):
  • Soldados