Como aquel Indio Tlapanecatlecatzin, hubo tomado la bandera al Español que guiaba: luego los soldados viejos de los indios, tomaron orgullo y comenzaron a dar voces a los que estaban escondidos tras las paredes, los cuales salieron a pelear contra los Españoles que venían sin orden y atropellados, embistieron con ellos, y prendieron muchos de ellos de aquella vez, que fueron cincuenta y tres, y de los Indios Tlascaltecas y Tezcucanos y de los de Chalco y Xuchimulco y prendieron gran cantidad, y los presentaron al [119] Señor de Mexico, y a los otros principales de Tlaltilulco que con él estaban en la casa de Tlacuchcalco: allí los sentenciaron que todos fuesen muertos delante de los Dioses, con todas las ceremonias con que ellos solían sacrificar, a los Españoles con cuatro caballos que les tomaron, los sacrificaron todos juntos, en un Cu principal, que se llamaba Momozco: y a los Indios porque eran muchos, los repartieron por muchos Cues, donde fueron todos sacrificados delante de los ídolos: los demás Españoles y Indios huyeron y se fueron a sus estancias: a los cautivos Españoles, los llevaron a sacrificar, y los sacrificaron en aquel momozco, con todas las ceremonias que acostumbraban, y después cortados las cabezas, ensartaron en las perchas, y también las cabezas, las de los caballos.