Asedio a México-Tenochtitlan: Indígenas mexicas y tlatelolcas se rinden tras ver un torbellino

Texto original con ortografía de la época:

Quando ya los mejicanos tlaltilucanos estaban muy angustiados por verse acosados de todas partes de sus enemigos, y no tenían posibilidad de huir ni de resistirlos: Dicen que un día a puestas del Sol comenzó á llover una mollisna de agua que tardó como dos horas: y después de esta mollisma, sucedió luego un torbellino de fuego como sangre envuelto en brazas y en centellas, que partía de hacia Tepeiacac (que es donde está ahora Santa María de Guadalupe) y fue haciendo gran ruido, hacia donde estaban acorralados los mejicanos y tlaltílulcanos: y dio una vuelta para enrededor de ellos, y no dicen si los empeció algo, sino que habiendo dado aquella vuelta, se entró por la laguna adelante; y allí desapareció.

De la vista de este remolino y fuego, quedaron todos muy espantados; y alli comenzaron a fricar el negocio de rendirse a los españoles. Desque ellos entre sí hubieron platicado el modo de rendirse con menos daño de sus personas y [136] haciendas, determinaron de ponerse en las manos del Capitán D. H. Cortés: con que no les dexase en las manos de los tlascaltecas, y los demás indios, ni permitiese que fuesen saqueados, ni cautivados de ellos; y para este efecto, (es de creer que enviaron personas principales de sí mismos que llevaron la embajada al Capitán D. H. Cortes). La cual oída por él, y comunicada con sus Capitanes, todos ellos vinieron en concederlos lo que demandaban y concertaron con ellos que trajesen a sus Señor Quauhtemutzi, con cierto numero de los mas principales mejicanos y tlaltilulcanos: vueltos que fueron con está respuesta, confirieron entre sí y determinaron, que otro día de mañana se irían a entregar como lo mandaba.

También los Españoles hicieron alto donde pudiesen ser vistos, de los que habían de ir, y púsose el Capitán en el Barrio de Amaxat sobre el tlapanco o azotea de un principal que se llamaba Astaoatzi, allí se sentó en una silla, debajo de un dosel de carmesí, rodeado de los demás Capitanes y principales Españoles: y los Mejicanos y Tlatilulcanos con su [137] Señor Quauhtemutzi partieron de donde estaban alojados: y por el agua comenzaron a camina hacia donde estaba el Capitán con los demás Españoles, sobre el azotea esperándole: los que estaban en el fuerte, desque le vieron salir (y sabían que se iba a dar a los Españoles) comenzaron a llorar amargamente, doliéndose de que su Señor los dejaba, y se pasaba a los Españoles, y doliéndose del daño que luego se esperaba, así de sus vidas como de sus haciendas: llegó Quauhtemutzi con los que con el iban y entregáronse al Capitán D. H. Cortes, y el los recibió con toda benignidad y muestra de urbanidad y graciosidad.

Hecho esto, revolvióse gran alboroto entre los Indios amigos de los españoles, y quisieran luego entrar a robar y matar, en los mejicanos y tlaltílulcanos dentro de su cercado; y los españoles, comenzaron a defenderlos, allí hubo gran matanza y gran revuelta todo aquel día, el día siguiente que fue el tercero, después que el señor de los Mejicanos y tlaltílulcanos, se entregó al Capitán D. H. Cortes, con los demás principales que con él iban cesó la guerra entre los unos y entre los otros: comenzó el Capitán con sus españoles a defender a los mejicanos y tlaltílulcanos, para que no fuesen robados ni [138] cautivados de sus enemigos, conforme al pacto y concierto que habían hecho: pero el quarto día tornaron a desasosegarse: los Tlascaltecas con los demás Indios que les ayudaban dieron rebate en el fuerte de los mejicanos, y hubo muertos y robos, y mucha confusion entre los unos y los otros: y los españoles con su Capitán fueron a ponerlos en paz, y a defender a los mejicanos: y con todo esto robaron lo que pudieron, y mataron a muchos de los que estaban en el fuerte [...] 

Para citar:
Sahagún, Bernardino de , Historia general de las cosas de la Nueva España, , University of Utah, 1989 [1840], pp. 135-137
Lugar(es):
  • México-Tenochtitlan
  • Tlatelolco
Persona(s):
  • Cuauhtémoc