Y durante todo el tiempo que luchamos, los tenochca nunca se presentaron en uno de los dos caminos de aquí a Yacacolco, Atizcapa, Cuautla, Nonoualco, Popouiltitla y Tepeyácac. Todos estos lugares nos correspondían a nosotros, los tlatelolca, como nuestra participación al igual que el acuerdo que llegó a ser nuestra propiedad. 

Y los tenochca, quienes fueron jefes, se cortaron allá el cabello, y todos los jefes se cortaron el cabello y sólo el quáchic, el otómitl anduvieron con ls cabezas cubiertas. No se dejaron ver durante todo el tiempo que se hizo la guerra contra nosotros. Solamente todos los tlatelolca rodearon a su comandante y todas las mujeres los escarnecieron diciendo a los tenochca:

"Así es que sólo vosotros pertemanecéis inactivos. ¿No tenéis vergüenza? Jamás otra vez se adornará una mujer para vosotros". Y sus mujeres vienen llorando e imploran a los tlatelolca y cuando los habitantes de la ciudad ven esto envían mensajeros; más los tenochca no se dejaron ver por ninguna parte.