Campamento en Istapalatengo

Texto original con ortografía de la época:

Y luego en despachando los mensajeros, comenzamos a caminar para México; y como nos habían dicho y avisado los de Guaxocingo y los de Chalco que Montezuma había tenido pláticas con sus ídolos y papas que si nos dejaría entrar en México o si nos daría guerra, y todos sus papas le respondieron que decía su Huichilobos que nos dejase entrar, que allí nos podrá matar, según dicho tengo otras veces en el capítulo que dello habla; y como somos hombres y temíamos la muerte, no dejábamos de pensar en ello; y como aquella tierra es muy poblada, íbamos siempre caminando muy chicas jornadas, y encomendándonos a Dios y a su bendita madre nuestra señora, y platicando cómo y de qué manera podíamos entrar, y pusimos en nuestros corazones con buena esperanza, que pues nuestro señor Jesucristo fue servido guardarnos de los peligros pasados, que también nos guardaría del poder de México; y fuimos a dormir a un pueblo que se dice Istapalatengo, que es la mitad de las casas en el agua y la mitad en tierra firme, donde está una sierrezuela, y ahora está una venta cabe él, y allí tuvimos bien de cenar.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 236-236
Lugar(es):
  • Iztapalapa
Persona(s):
  • Hernando Cortés