¿Una noche triste? Los expedicionarios españoles huyen de México-Tenochtitlan

29 de junio de 1520 / Día 7-águila, año 2-pedernal
Mexicas atacan a las tropas de Cortés en el Palacio de Axayácatl, Lienzo de Tlaxcala, Texto de Alfredo Chavero, Litografías de Genaro López. 1892.
Mexicas atacan a las tropas de Cortés en el Palacio de Axayácatl, Lienzo de Tlaxcala, Texto de Alfredo Chavero, Litografías de Genaro López. 1892.

A fines de junio de 1520, Hernán Cortés y sus hombres decidieron huir de México-Tenochtitlan a como diera lugar. Sitiados y atacados de continuo, con pocos alimentos y poca agua, su situación en el palacio de Axayácatl, convertido en fortaleza, era desesperada. Para escapar, prepararon un puente portátil que les permitiría cruzar los canales que los mexicas descubrían cada noche para prevenir su huida, quitando los puentes que normalmente comunicaban las calzadas.

Para su desgracia, su escape furtivo fue descubierto en el tercer canal y los mexicas cayeron sobre ellos con todas sus fuerzas. Un verdadero ataque popular y espontáneo, montado por millares de macehuales de México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco casi terminó con el ejército invasor y sus aliados nativos.

En su amoxtli de esta semana, Clementina Batcock nos describe la huida de México-Tenochtitlan tal como es relatada por diversas crónicas de la época. Mostrando el duro revés sufrido por los expedicionarios.

Nino Vallen describe cómo la memoria de esta derrota, llamada la Noche Triste, se convirtió en una memoria clave para los españoles, desde las crónicas hasta las fiestas religiosas.

Federico Navarrete nos comparte un fragmento de su novela Huesos de lagartija (Ediciones SM, 1998-2020) que describe la batalla desde el punto de vista de un joven mexica.