Regreso a Tlaxcala tras la derrota en México
[…] y así caminando con grandísimo trabajo nos íbamos acercando a la dicha Tlaxcala.Visto, pues, por los mexicanos que así nos habíamos escapado, enviaron embajadores a los señores de Tlaxcala y a Xicoténcatl, capitán general de ellos, con muchos presentes y collares de oro y otras joyas de precio, con lo cual les persuadía a que salieran al camino y nos matasen; pero nuestro Señor puso en el corazón de Maxizcatzin, el mayor señor de los de Tlaxcala, aquel que antes nos había ayudado y dicho que no fuésemos a México, el cual mandó llamar al capitán general, y le dijo: Dicho me han que has recibido presentes de los de México para que mates a los cristianos; pues sábete que yo con mi gente les tengo de favorecer y ayudar, y tú haz lo que quisieres, que delante me hallarás. Por manera que oído esto del Xicoténcatl, de miedo no osó ejecutar su mala intención, y el Maxizcatzin, dando muestras de buen cristiano, salió a recibir al dicho capitán y a su gente que venían destrozados, heridos, muertos y cansados, al cual habló y dijo de esta manera: Seáis señor muy bien venido, ya yo os dije la verdad cuando íbades a México y no me quisiste creer. A vuestra casa venís donde descansaréis y holgaréis del trabajo pasado. Y así mandó proveer de mucho bastimento, gallinas, maíz muy en cantidad y abondo, con el cual los tristes españoles mataron la grande hambre que traían, y así fueron aposentados en sus aposentos y eran proveídos de lo necesario.
- Tlaxcala
- Hernando Cortés
- cacique(s)