Los españoles se enteran de los planes de los cholultecas y masacran la ciudad

Texto original con ortografía de la época:

Cortés, muy silenciosamente, avisó muy de mañana a los de Tlaxcallan y Cempoallan y los demás amigos. Hizo estar a caballo a los suyos, y dijo a los demás españoles que meneasen las manos en sintiendo una escopeta, pues les iba en ello la vida; y como vio que los del pueblo iban llegando, mandó que llamasen a su cámara a los capitanes y señores, que se querían despedir de ellos. Vinieron muchos, pero no dejó entrar mas que a treinta, que le parecieron, por lo que antes había visto, ser los principales, y les dijo que siempre les había dicho la verdad, y que ellos a él mentira, aun ha - [159] biéndoselo rogado y avisado; y que porque le rogaron, aunque con dañada intención, que no entrasen los de Tlaxcallan en su pueblo, lo había hecho con gusto, y aun también había mandado a los de su compañía que no les hiciesen mal ninguno, y a pesar de que no le habían dado de comer, como era de razón, no había consentido que los suyos les cogiesen ni siquiera una gallina, y que en pago de aquellas buenas obras tenían acordado de matarle con todos los suyos. Y ya que dentro de casa no podían, allá fuera en el camino en los malos pasos por donde le querían guiar, ayudándole los treinta mil hombres de las guarniciones de Moctezuma, que estaban a dos leguas. Pues por esta maldad, dijo, moriréis todos; y en señal de traidores, se asolará la ciudad, hasta no quedar ni recuerdo; y pues ya lo sabía, no tenían por qué negarle la verdad. Ellos se sorprendieron terriblemente: mirábanse unos a otros, más encendidos que las brasas […] Mandó matar a algunos de aquellos capitanes, ! los demás los dejó atados. Hizo disparar la escopeta, que era la señal: y arremetieron con gran ímpetu y enojo todos los españoles y sus anugos a los del pueblo. Hicieron conforme al apuro en que estaban, y en dos horas mataron más de seis mil. Mandó Cortés que no matasen niños ni mujeres. Pelearon cinco horas, porque, como los del pueblo estaban armados y las calles con barreras, tuvieron defensa. Quemaron todas las casas y torres que hacían resistencia. Echaron fuera toda la vecindad; quedaron teñidos en sangre. No pisaban más que cuerpos muertos. Se subieron a la torre mayor, que tiene ciento [160] veinte gradas, hasta veinte caballeros, con muchos sacerdotes del mismo templo; los cuales con flechasy cantos hicieron mucho daño. Fueron requeridos, pero no se rindieron, y así, se quemaron con el fuego que les prendieron, quejándose de sus dioses cuán mallo hacían en no ayudarlos ni defendiendo su ciudad y santuario. Se saqueó Ia ciudad. Los nuestros tomaron el despojo de oro, plata y pluma, y los indios amigos mucha ropa y sal, que era lo que más deseaban,y destruyeron cuanto les fue posible, hasta que Cortés mandó que cesasen. Aquellos capitanes que estaban presos, viendo la destrucción y matanza de su ciudad, vecinos y parientes, rogaron con muchas lágrimas a Cortés que soltase a alguno de ellos, para ver qué habían necho s us dioses de la gente menuda; y que perdonase a los que quedaban vivos, para volverse a sus casas, pues no tenían tanta culpa de su daño  como Moctezuma, que los sobornó.

Para citar:
López de Gómara, Francisco , La Conquista de México, Madrid, Dastin Historia, 2000 [1552], pp. 158-160
Lugar(es):
  • Cholula
Persona(s):
  • Hernando Cortés
Actor(es):
  • indios aliados de Cortés
  • indios cholultecas
  • Caballos
  • cacique(s)