Los indios de Cempoala advierten a Cortés sobre el plan de los Cholutecas

Texto original con ortografía de la época:

[…] Y estando en estas pláticas vinieron tres indios de los de Cempoal, nuestros amigos, y secretamente dijeron a Cortés que habían hallado junto adonde estábamos aposentados hechos hoyos en las calles e cubiertos con madera e tierra, que no mirando mucho en ello no se podría ver, e que quitaron la tierra de encima de un hoyo, que estaba lleno de estacas muy agudas para matar los caballos que corriesen, e que las azoteas que las tienen llenas de piedras e mamparos de adobes; y que ciertamente no estaban de buen arte, porque también hallaron albarradas de maderos gruesos en otra calle; y en aquel instante vinieron ocho indios tlascaltecas de los que dejamos en el campo, que no entraron en Cholula, y dijeron a Cortés: "Mira, Malinche, que esta ciudad está de mala manera, porque sabemos que esta noche han sacrificado a su ídolo, que es el de la guerra, siete personas, y los cinco dellos son niños, porque les de victoria contra vosotros; e también habernos visto que sacan todo el fardaje e mujeres e niños." Y como aquello oyó Cortés, luego los despachó para que fuesen a sus capitanes, los tlascaltecas: que estuviesen muy aparejados si los enviásemos a llamar, y tornó a hablar al cacique y papas y principales de Cholula que no tuviesen miedo ni anduviesen alterados, y que mirasen la obediencia que dieron, que no la quebrantasen, que les castigaría por ello; que ya les ha dicho que nos queremos ir por la mañana, que ha menester dos mil hombres de guerra de aquella ciudad que vayan con nosotros, como nos han dado los de Tlascala, porque en los caminos los habrá menester; e dijéronle que sí darían así los hombres de guerra como los del fardaje; e demandaron licencia para irse luego a los apercibir, y muy contentos se fueron, porque creyeron que con los guerreros que habían de dar e con las capitanías de Montezuma que estaban en los arcabuezos y barrancas, que allí de muertos o presos no podríamos escapar, por causa que no podrían correr los caballos; y por ciertos mamparos y albarradas, que dieron luego por aviso a los que estaban en guarnición que hiciesen a manera de callejón que no pudiésemos pasar […].

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 216-217
Lugar(es):
  • Cholula
Persona(s):
  • Hernando Cortés
Actor(es):
  • Indios totonacas