Cortés, muy silenciosamente, avisó muy de mañana a los de Tlaxcallan y Cempoallan y los demás amigos. Hizo estar a caballo a los suyos, y dijo a los demás españoles que meneasen las manos en sintiendo una escopeta, pues les iba en ello la vida; y como vio que los del pueblo iban llegando, mandó...