Nuestro Tonalpohualli de esta semana trata de los preciosos y espectaculares objetos manufacturados por los artistas mesoamericanos que fueron enviados por los expedicionarios a Europa, para ser entregados al rey Carlos I.

Estas joyas, penachos, trajes y adornos impactaron a los hombres de Hernán Cortés en Veracruz como a los europeos que los recibieron en Castilla, en Flandes y en otras partes del viejo continente. Su valor se medía por la cantidad de oro y de piedras preciosas que contenían pero su belleza era producto de la destreza sorprendente de los orfebres, joyeros y artistas plumarios, conocidos por amantecas.

Nuestros artículos del Amoxtli de la semana exploran varias facetas de ese valor material y estético, concebido de manera diferente por indígenas y europeos. De gran importancia para los mesoamericanos era la procedencia animal de las plumas y pieles, pues estas tenían la fuerza y la vida misma de los seres vivos de que procedían.

También exploran la larga historia que algunos de los objetos llegados a Europa, como el famoso penacho atribuido a Moctezuma, aunque no estamos seguros que haya viajado en esta primera embajada.

Examinan igualmente la fascinante historia de los biombos con decoración, importados originalmente de Japón y luego manufacturados en la Nueva España para contar la historia de la conquista.