Hernán Cortés conoce a Marina
Una de aquellas veinte mujeres que le dieron en Potonchan hablaba con los de aquel gobernador y los entendía muy bien, como a hombres de su propia lengua; y así que Cortés la tomó aparte con Aguilar, y le prometió más que libertad si le trataba verdad entre él y aquellos de su tierra, puesto que los entendía y él la quería tener por su faraute y secretaria. Tras esto, le preguntó quién era y de dónde. Marina, que así se llamaba después de cristiana, dijo que era de cerca de Jalisco, de un lugar llamado Viluta, hija de padres ricos y parientes del señor de aquella tierra; y que cuando era muchacha la había robado algunos mercaderes en tiempo de guerra, y llevado a vender a la feria de Xicalanco, que es un gran pueblo sobre Coazacualco, no muy lejos de Tabasco,; y de allí había llegado a poder del señor de Potonchan. Esta Marina y sus compañeras fueron los primeros cristianos bautizados de toda la Nueva España, y ella sola, con Aguilar, el verdadero intérprete entre los nuestros y los de aquella tierra.
- Tabasco
- Hernando Cortés
- Marina