El gobernante de Centla regala 20 mujeres a los expedicionarios, entre ellas Marina
Así que, pasado el término que llevaron, vino a Cortés el señor de aquel pueblo y otros cuatro o cinco, comarcanos suyos, con buena compañía de indios, y le trajeron pan, gallipavos, frutas y cosas así de bastimento para el campamento, y hasta cuatrocientos pesos de pesos de oro en joyuelas, y algunas piedras turquesas de poco valor y unas veinte mujeres de sus esclavas para que les cociesen pan y guiasen de comer al ejército, con las cuales pensaban hacerle gran servicio, porque los veían sin mujeres, y porque cada día es menester moler y cocer el pan de maíz, en que se ocupan mucho tiempo las mujeres. Pidieron perdón de todo lo pasado. Rogaron que los recibiese por amigos, y se entregaron en su poder y de los españoles, ofreciéndoles la tierra, la hacienda y las personas. Cortés los recibió y trató muy bien, y les dio cosas de rescate, con las que se alegraron mucho, y repartió aquellas veinte mujeres esclavas entre los españoles por camaradas.
- Centla
- Hernando Cortés
- Marina