Cuitláhuac, su genealogía y su vida

Cuitáhuac fue el décimo tlahtoani de Tenochtitlan, fue electo para ocupar el cargo después de la muerte de Motecuhzoma Xocoyotzin y de la derrota del ejército hispano-indígena comandado por Hernando Cortés en la llamada Noche Triste. Al igual que con muchos otros personajes indígenas contemporáneos de la conquista de México, los detalles sobre la vida de Cuitláhuac y muchos aspectos son desconocidos o imprecisos. Sin embargo, hay varios aspectos importantes que deben resaltarse.

Pertenecía a los más prestigiosos linajes gobernantes, sus padres eran Axayácatl y la hija de Huehue Cuitlahuatzin gobernante de Iztapalapa, era hermano de Motecuhzoma. Esto le permitió acceder a una educación esmerada en el calmécac, la escuela reservada para la educación de los hijos varones del grupo de poder, los llamados pipiltin o pilis. Cuitláhuac se formó como guerrero, y participó en diversas campañas militares en Oaxaca, Atlixco y Quauhquechollan entre otras. En fecha indeterminada fue designado para gobernar Iztapalapa.

Aunque formalmente el Excan Tlahtoloyan o Triple Alianza estaba conformada por tres integrantes Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan (Tacuba) respectivamente, con el transcurso tiempo la ciudad de los tenochcas había adquirido una marcada preponderancia sobre las otras dos; mientras tanto, Tlacopan sufrió el proceso inverso: cada vez tenía menos poder. En sus inicios,  Iztapalapa, era una más de las poblaciones que desde lejanos tiempos habían florecido al amparo de los abundantes recursos que proporcionaba el entorno lacustre de la Cuenca de México. Enclavada en la península del mismo nombre poco a poco se había enriquecido y al momento del contacto con los hispanos Iztapalapa era, sin ninguna duda, una de las ciudades más importantes, fuertes e influyentes de la zona del lago de Tetzcoco. Tal parece que en cierto sentido Iztapalapa y su gobernante ocupaban en los hechos el lugar que el protocolo asignaba a Tlacopan y su señor.

A la llegada de la expedición cortesiana en 1519 y la formación de la alianza hispano-tlaxcalteca se discutió de manera colegiada entre los miembros más prominentes del Excan Tlahtoloyan que se debía hacer con ellos.  Para ello se efectuaron diversas reuniones en las cuales estuvieron, entre otros, los tlahtoque de Tenochtitlan, Tetzcoco, Tlacopan, Iztapalapa y Coyoacan, así como los altos dignatarios de Tenochtitlan llamados cihuacóatl, tlacochcalcatl, tlacatécatl, tlillancalqui, ezhuahuacatl y huitznahuácatl. En estas reuniones Cacama de Tetzcoco propuso que se debía admitir a los extraños llegar hasta Tenochtitlan, mientras que Cuitláhuac sostuvo la opinión contraria, que no debía permitirse a los extraños llegar a la ciudad de los mexicas, pues, según fray Juan de Torquemada en su Monarquía indiana, dijo: “quieran los dioses que no metáis (señor) en vuestra casa quien os eche de ella y os quite el reino, y que cuando queráis remediarlo no halléis tiempo ni medios para ello.” A final prevaleció la propuesta de Cacama.

El 7 de noviembre de 1519 Cuitáhuac recibió a Cortés y a su ejército indo-español en Iztapalapa, donde pasaron la noche aposentados en las casas del tlahtoani. Al día siguiente Cuitláhuac salió temprano hacia Tenochtitlan para ser parte de la comitiva que acompañaría al huey tlahtoani tenochca para recibir al capitán extremeño. Efectivamente, en la mañana del 8 de noviembre de 1519 Cuitláhuac estuvo presente en el encuentro de ambos personajes y, junto con los tlahtoque de Tetzcoco, Tlacopan y Coyoacán, acompañó a Motecuhzoma en su encuentro con Cortés.

Aunque no se le menciona de manera expresa puede inferirse que Cuitláhuac era parte del grupo de altos dignatarios que fueron retenidos como rehenes de los españoles cuando estos hicieron prisionero a Motecuhzoma. El propósito era claro, para evitar ser aplastados militarmente y tratar de asegurar su precaria posición, Cortés optó por detener a cuántas personas consideró con autoridad y que, eventualmente, podría representar una amenaza a su propósito de someter los pueblos indígenas sin recurrir a la guerra. De esta forma, Cuitláhuac estuvo detenido durante el proceso de paulatino deterioro de la autoridad de Motecuhzoma como tlahtoani. Situación que entró en crisis con dos acontecimientos, la llegada a las costas de Golfo de la expedición de Pánfilo de Narváez con órdenes de apresar a Cortés, lo que obligó al capitán a salir de Tenochtitlan para enfrentarlo, y la Matanza de Templo Mayor perpetrada por Pedro de Alvarado, lo cual desencadenó la abierta hostilidad de la población.

Una vez iniciada la reacción de los habitantes de Tenochtitlan contra la ocupación hispano-tlaxcalteca ya no fue posible detenerla. Después de vencer a Narváez, Cortés regresó a Tenochtitlan, los mexicas permitieron que el capitán y sus hombres entraran en Tenochtitlan para, acto seguido, aislarlos y cortarles los suministros. El capitán extremeño pidió a Motecuhzoma que se normalizaran las actividades de la ciudad, especialmente el mercado de Tlatelolco para garantizar el abasto de alimentos, pero el tlahtoani dijo que se debía enviar a alguien de confianza que se hiciera cargo del asunto. Cortés accedió y envió a Cuitláhuac con la encomienda de reabrir el mercado y regresar al campamento español, pero este último no cumplió con las disposiciones del capitán, ni regresó y de inmediato se reanudaron las hostilidades contra los castellanos. Así, una vez libre, Cuitláhuac coordinó la resistencia tenochca a las fuerzas ocupantes hispano-indígenas. Después de esto, ocurrió el intento de retirada sigilosa que se transformó en la contundente derrota de la Noche Triste ocurrida el 30 de junio de 1519.

Los mexicas pasarían los meses de julio y agosto ordenando su ciudad y reponiéndose del impacto de la ocupación hispana, también reorganizaron su cúpula de mando ante las numerosas bajas sufridas: designaron nuevos dignatarios y eligieron nuevo señor. Cuitláhuac se asentó como tlahtoani hacia el 7 de septiembre. Su gobierno fue breve, pues enfermó durante la epidemia de viruela que se desató ese año, murió hacia el 25 de noviembre después de estar solo 80 días en el mando. Durante su gobierno trató de fortalecer su ciudad, de reconstruir las alianzas políticas con otros grupos indígenas, también trató de adaptar la técnicas y armas mesoamericanas para enfrentar al ejército enemigo construyendo fosos y trampas e introduciendo nuevas lanzas largas para combatir a la caballería castellana. Finalmente, como dice Cortés, los mexicas “lo tenían por valiente hombre muy prudente.”

Para citar: Miguel Pastrana Flores, Cuitláhuac, su genealogía y su vida, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/2213/2200. Visto el 15/04/2024