Economías locales y redes comerciales tras la conquista

15 de noviembre de 1521 / Día 4-lluvia; año 3-casa
Orizaba, Veracruz, 1771, en Dorothy Tanck de Estrada, Atlas ilustrado de los pueblos de indios. Nueva España 1800. México, El Colegio de México/CDI/ Fomento Cultural Banamex/El Colegio Mexiquense, 2005, p. 201.
Orizaba, Veracruz, 1771, en Dorothy Tanck de Estrada, Atlas ilustrado de los pueblos de indios. Nueva España 1800. México, El Colegio de México/CDI/ Fomento Cultural Banamex/El Colegio Mexiquense, 2005, p. 201.

En este tonalpohualli, Noticonquista aborda los cambios ocurridos a partir de 1521 en las economías locales y las redes comerciales de las distintas regiones que conformaron el virreinato de la Nueva España. Ponemos el acento en la articulación de nuevas redes y rutas comerciales, pero también en la reconformación y pervivencia de muchas otras que se afianzaron en el marco de las relaciones socioeconómicas coloniales. Mostramos la articulación de circuitos mercantiles no sólo alrededor de las ciudades españolas y de los centros mineros, sino también desde regiones aparentemente periféricas que tuvieron una relevancia estratégica a nivel geográfico y económico.

El enfoque usado por los autores resalta la riqueza generada por los llamados pueblos de indios y otros grupos sociales como los mulatos, los cuales constituyeron la base social sobre la que se edificó el sistema económico colonial y la construcción de redes mercantiles internacionales. De igual forma, se destaca la diversidad de la población novohispana (pueblos mesoamericanos, africanos y asiáticos, entre otros) y su papel como actores dinámicos, protagonistas de complejos sistemas de producción y comercialización de productos locales y foráneos.

Huemac Escalona brinda un panorama general sobre los cambios, permanencias y el funcionamiento de los tianguis, mercados y circuitos comerciales a partir del siglo XVI. Pone énfasis en las articulaciones de los espacios regionales y locales de intercambio con los circuitos mercantiles que trascendieron a escala internacional.

Iván Rivero muestra la importancia de los cargadores indígenas o tamemes en el siglo XVI para el cobro de tributo y el abastecimiento de las villas y ciudades. A través del caso de la entrega del tributo a los encomenderos españoles de las Mixtecas Alta y Baja, residentes en la Ciudad de México, evidencia el cambio que se generó respecto al anterior pago que hacían a los mexicas. Si antes la transacción se realizaba en su propio territorio, con la llegada de los españoles tuvieron que desplazarse hasta la urbe para cumplir con esa carga.

Carlos Paredes describe las prácticas mineras de los tarascos previas al contacto europeo y de su tránsito al periodo de colonización española posterior a 1521. Destaca el papel fundamental de los trabajadores purépechas en el desarrollo de la minería, tanto en Michoacán como en los actuales estados de Zacatecas y San Luis Potosí, cuando se descubrieron los ricos yacimientos minerales de esas regiones. Sin embargo, señala también su relevancia en tanto pobladores y abastecedores de los vastos territorios del norte de la Nueva España.

Laura Machuca aborda la integración de la región del istmo de Tehuantepec a la dinámica económica colonial. Destaca la importancia estratégica de su ubicación geográfica tanto para las exploraciones por el océano Pacífico de Hernán Cortés, denominado por los españoles “la mar del sur”, como para la comunicación e intercambios comerciales entre el valle de Oaxaca, el Sur de Veracruz, Chiapas y Guatemala en todo el período colonial. Explica cómo el repartimiento de mercancías articuló las economías locales con mercados lejanos a través de la producción de añil, achiote, grana cochinilla y sal.

Álvaro Alcántara analiza la composición socioeconómica del sotavento veracruzano a partir de la producción local de algodón y del establecimiento de haciendas ganaderas. Aborda cómo el algodón de las regiones costeras, tanto de Veracruz como de Oaxaca, en el siglo XVIII, abasteció los obrajes poblanos. Al mismo tiempo, describe la inserción de la población africana esclava y libre en las haciendas ganaderas y en el repartimiento de mercancías del algodón, actividades impulsadas por las autoridades y comerciantes españoles.