La orilla de las islas: historia y arte públicos

25 de octubre de 1521 / Día 9-pedernal; año 3-casa
La orilla de las islas (I)
La orilla de las islas (I)

En este tonalpohualli, Noticonquista presenta, hace la crónica y presume nuestra mayor acción pública en más de 2 años de organizar eventos, encuentros y discusiones: La orilla de las islas.

Como conocerán nuestras lectoras y lectores esta fue una caminata pública, una ceremonia de memoria, una acción artística en que marcamos con pequeños circulares color chalchihuite las riberas exteriores de las ciudades antiguas de México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco en las calles, avenidas y viaductos de nuestra moderna, caótica y ruidosa Ciudad de México.

La orilla de las islas fue un proyecto de memoria histórica para resucitar la silueta casi desaparecida de las viejas ciudades en la moderna urbe, un proyecto de reivindicación barrial concebido con diversas organizaciones de vecinos, un proyecto de apropiación colectiva de nuestra ciudad, en el que bailamos, cantamos y realizamos ceremonias, con la participación de danzantes mexicas, tlacualeras de Milpa Alta y raperos.

Antes que nada, este tonalpohualli está dedicado a las y los Promotores culturales de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, por su colaboración entusiasta, comprometida y alegre en La orilla de las islas. Fue su ingenio y responsabilidad, su entusiasmo y buen humor los que nos permitieron colocar más de 15,000 sellos en el asfalto por más de 23 kilómetros de esta ciudad, a lo largo de 5 días.

En los amoxtli reunidos esta semana presentamos todos los detalles de nuestra acción.

En primer lugar, nos enorgullece incorporar el discurso en náhuatl que leyó en una hermosa ceremonia el viernes 15 de octubre la tlacualera de Milpa Alta, Gabriela Morales, una conmovedora descripción de la continuidad de la tradición de la milpa en su comunidad hasta el día de hoy. Un recuerdo de que la memoria del pasado siempre está viva y que la historia sigue siendo parte de nuestra realidad presente y de nuestro futuro. (Se incluye 

Luigi Amara nos cuenta la "pre-historia" de esta iniciativa, inspirada en las caminatas alrededor de la orilla reconstruida y recorrida por primera vez por el arquitecto y artista holandés Feike de Jong y reflexiona sobre los múltiples significados de caminar en la ciudad y más allá de la ciudad.

Estaban Mirón, nos cuenta cómo se logró definir nuestra ruta entre los antiguos mapas y su reconstrucción de las islas y la moderna realidad vial y urbana de la ciudad, entre viaductos, carriles de contra flujo, estaciones de tren, baches y mercados.

Margarita Cossich nos comparte una reflexión personal sobre esta acción y cómo la ayudó a descubrir que desenterrar la memoria de ese remoto pasado mexica de nuestra ciudad, tan pavoneado por el nacionalismo centralista, fue sin embargo la ocasión para descubrir la inagotable pluralidad y vitalidad de una ciudad poblada siempre de inmigrantes (no olvidemos que los mexicas venían de la lejana Aztlan).

Julio López, el inventor y director de esta inmensa empresa, nos relata sus orígenes y sus intenciones, así como el entramado de alianzas, colaboraciones y diálogos que permitieron realizarla con los correspondientes créditos a todas las instituciones y personas que contribuyeron a la misma.

Federico Navarrete reflexiona sobre el sentido de esta acción de arte e historia públicos: conmemorar el pasado, hacer homenaje a las víctimas de tantas guerras y catástrofes en la larga historia de nuestro valle y nuestra ciudad, abrir en el presente un diálogo sobre nuestras identidades y nuestros pasados.