Al inicio de marzo de 1520 los expedicionarios españoles encabezados por Hernán Cortés seguían alojados en el palacio de Axayácatl, en compañía del tlatoani Moctezuma y disfrutando de la hospitalidad portentosa de los mexicas.

En las descripciones que nos dejaron los conquistadores de la corte de México-Tenochtitlan son notables las comparaciones con las cortes europeas, particularmente con la de Carlos V. Aunque casi ninguno de ellos conocían en verdad esos espacios de riqueza y privilegio, habían oído hablar de su esplendor. Para los hombres europeos de la época, los palacios de los reyes eran considerados no sólo la cumbre del poder y de la riqueza, sino el ápice de la vida refinada y de la cultura y la civilización.

Los tres amoxtli de esta semana exploran la larga y rica historia de las cortes europeas, así como la semana anterior hablamos de las cortes mesoamericanas.

Martín Ríos relata con detalle el origen de la institución de la Corte a partir del Senado romano y las costumbres de los reyes germanos que lo destruyeron.

Lucía Beraldi nos narra los complejos cambios que vivieron las cortes españolas en la transición del reinado de Isabel la Católica al reinado de su nieto el emperador Carlos V, que trajo consigo costumbres y hombres desconocidos en la Península. 

Rodrigo Llánes nos describe las diferentes tradiciones culinarias -borgoñona y castellana- que se conocieron y enfrentaron en la corte cosmpolita de Carlos V. Una deliciosa continuación a la descripción que nos regaló la semana pasada de la comida en la corte de México-Tenochtitlan.