Los expedicionarios llegan a Chalco y entran en la Cuenca de México

4 de noviembre de 1519 / día 3-movimiento, año 1-caña
Lámina J. Lienzo de Tlaxcala, Juan Manuel Yllanes
Lámina J. Lienzo de Tlaxcala, Juan Manuel Yllanes

En estas fechas de noviembre de 1519, los expedicionarios españoles, acompañados por decenas de miles de aliados indígenas, cruzaron la Sierra Nevada y llegaron a la Cuenca de México, hoy llamado Valle.

 Ahí los esperaba la gran ciudad de México-Tenochtitlan y su gobernante Moctezuma, el objetivo que habían decidido alcanzar tres meses atrás cuando emprendieron el camino rumbo al centro de lo que hoy es México.

Hernán Cortés y sus hombres eran conducidos por sus aliados de Tlaxcala y de Huexotzinco. Ellos les aconsejaron evitar las rutas más transitadas, pues los mexicas habían tendido trampas en ellas. Por eso los mandaron más al sur, por el difícil paso entre los volcanes. Este camino los condujo directamente al territorio de los altépetl de Chalco, que se contaban entre los más ricos y poderosos de la región. Los chalcas eran viejos aliados de los gobernantes de Huexotzinco, por lo que estaban interesados también en aliarse con los expedicionarios contra los mexicas.

Se insertaron así, de lleno, en la compleja geopolítica de la Cuenca de México, ocupada por más de 50 altépetl o ciudades diferentes, cada una con su propio tlatoani. Aunque la Triple Alianza de México-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan (Tacuba) dominaba a todos, cada uno de estos altépetl mantenía su autonomía interna y sus sueños de independencia, o al menos de buscar unos dominadores menos exigentes.

Los expedicionarios españoles entraron de lleno en un terreno político muy complejo. Lo lograron gracias a las relaciones tejidas durante generaciones entre sus aliados, los tlaxcaltecas y huexotzincas, y los diferentes grupos de la Cuenca. Como había sucedido en el valle de Puebla también empezaron a tomar parte en las acérrimas rivalidades entre varios de ellos.