Tlaxcaltecas pretenden sacrificar 300 mujeres para los españoles y éstos las toman por sus sirvientas

Texto original con ortografía de la época:

Estando pues los nuestros en este buen alojamiento, presentaron a Cortés más de trescientas mujeres hermosas y de muy buen parecer y muy bien ataviadas, las cuales las daban para su servicio, porque eran esclavas que estaban dedicadas para el sacrificio de sus ídolos, y estaban condenadas a muerte por excesos y delitos que habían cometido contra sus leyes y fueros; y pareciendo a los caciques que no había adonde mejor emplear, las dieron en ofrenda y sacrificio a los nuestros, los cuales iban llorando su gran desventura, a padecer cueles muertes considerando el cruel sacrificio que habían de padecer, y después de muertas comérselas los dioses nuevamente venidos. 

[...] Finalmente, que estas trescientas mujeres se dieron y ofrecieron al capitán Cortés para que le sirviesen a él y a sus compañeros; y al tiempo que se las presentaron no las quiso recibir, sino que las tornasen a llevar, respondiéndoles que se lo agradecía mucho e que no las quería recibir, porque en su religión cristiana no se permitía aquello, porque si no fuesen cristianas bautizadas no se podía hacer, y cuando esto hubiese de ser, había de ser para tomallas por su única mujer y compañía por orden de la Santa Madre Iglesia; que no las podía tener porque su ley lo vedaba, como adelante mediante nuestro señor lo verían. 

Más con todo esto, con grandes ruegos y persuasiones, las recibió a título de que se recibían para que sirviesen a Malintzin, [...] de manera que para el servicio de Marina, se quedaron en servicio del capitán para que acompañasen y sirviesen a Marina y ansí quedaron en servicio del capitán y de sus compañeros [...] 

 

Para citar:
Muñoz Camargo, Diego , Historia de Tlaxcala, Tlaxcala, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social; Universidad Autónoma de Tlaxcala, 2013 [1998], pp. 172-173
Persona(s):
  • Marina
  • Hernando Cortés