Sandoval toma captura a Narváez

Texto original con ortografía de la época:

Dejemos este combate, e vamos a Cortés y a los capitanes que todavía estaban batallando cada uno
con los capitanes del Narváez que aún no se habían dado,porque estaban en muy altos cues, y con los tiros que les tiraban nuestros artilleros y con nuestras voces de muerte del Narváez, como Cortés era muy avisado, mandó de presto pregonar que todos los de Narváez se vengan luego a someter debajo de la bandera de su majestad, y de Cortés en su real nombre, so pena de muerte; y aun con todo esto no se daban los de Diego Velázquez el mozo ni los de Salvatierra, porque estaban en muy altos cues y no los podían entrar; hasta que Gonzalo de Sandoval fue con la mitad de nosotros los que con él estábamos,
y con los tiros y con los pregones les entramos, y se prendieron así al Salvatierra como los que con él
estaban, y al Diego Velázquez el mozo; y luego Sandoval vino con todos nosotros los que fuimos en prender al Narváez a ponerle más en cobro, puesto que le habíamos echado dos pares de grillos, y cuando Cortés y el Juan Velázquez y el Ordás tuvieron presos a Salvatierra y al Diego Velázquez el mozo y a Gamarra y a Juan Yuste y a Juan Bono, vizcaíno, y a otras personas principales, vino Cortés desconocido, acompañado de nuestros capitanes, adonde teníamos a Narváez, y con el calor que hacía grande, y como estaba cargado con las armas e andaba de una parte a otra apellidando a nuestros soldados y haciendo dar pregones, venía muy sudando y cansado, y tal, que no le alcanzaban un huelgo a otro, e dijo a Sandoval dos veces, que no le acertaba a decir del trabajo que traía, e dijo: "¿Qué es de Narváez? ¿Qué
es de Narváez?" E dijo Sandoval: "Aquí está, aquí está, e a muy buen recaudo"; y tornó Cortés a decir muy sin huelgo: "Mirad, hijo Sandoval, que no os quitéis del vos y vuestros compañeros, no se os suelte mientras yo voy a entender en otras cosas; e mirad estos capitanes que con él tenéis presos que en todo haya recaudo"; y luego se fue, y mandó dar otros pregones que, so pena de muerte, que todos los de Narváez luego en aquel punto se vengan a someter debajo de la bandera de su majestad, y en su real nombre de Hernando Cortés, su capitán general y justicia mayor, e que ninguno trajese ningunas armas, sino que todos las diesen y entregasen a nuestros alguaciles; y todo esto era de noche, que no  amanecía, y aún llovía de rato en rato, y entonces salía la luna, que cuando allí llegamos hacía muy oscuro y llovía, y también la oscuridad ayudó; que, como hacía tan oscuro, había muchos cucuyos (así los llaman en Cuba), que relumbraban de noche, e los de Narváez creyeron que eran mechas de las escopetas.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 356-358
Lugar(es):
  • Cempoala
Persona(s):
  • Gonzalo de Sandoval
  • Pánfilo de Narváez
  • Hernando Cortés