Moctezuma sale de caza con los capitanes castellanos (II)

Texto original con ortografía de la época:

Y si hubiese de contar las cosas y condición que él tenía de gran señor, y el acato y servicio que todos los señores de la Nueva-España y de otras provincias le hacían, es para nunca acabar, porque cosa ninguna que mandaba que le trajesen, aunque fuese volando, que luego no le era traído; y esto dígolo porque un día estábamos tres de nuestros capitanes y ciertos soldados con el gran Montezuma, y acaso abatióse un gavilán en unas salas como corredores por una codorniz; que cerca de las casas y palacios donde estaba el Montezuma preso, estaban unas palomas y codornices mansas, porque por grandeza las tenía allí para criar el indio mayordomo que tenía cargo de barrer los aposentos; y como el gavilán se abatió y llevó presa, viéronlo nuestros capitanes, y dijo uno dellos, que se decía Francisco de Acevedo "el pulido", que fue maestresala del almirante de Castilla: "¡Oh qué lindo gavilán, y qué presa hizo, y tan buen vuelo tiene!" Y respondimos los demás soldados que era muy bueno, y que había en estas tierras muchas buenas aves de caza de volatería; y el Montezuma estuvo mirando en lo que hablábamos, y preguntó a su paje Orteguilla sobre la plática, y le respondió que decíamos aquellos capitanes que el gavilán que entró a cazar era muy bueno, e que si tuviésemos otro como aquel que le mostrarían a venir a la mano, y que en el campo le echarían a cualquier ave, aunque fuese algo grande, y la mataría. Entonces dijo el Montezuma: "Pues yo mandaré ahora que tomen aquel mismo gavilán, y veremos si lo amansan y cazan con él." Todos nosotros los que allí nos hallamos le quitamos las go rras de armas por la merced; y luego mandó llamar sus cazadores de volatería, y les dijo que le trajesen el mismo gavilán; y tal maña se dieron en le tomar, que a horas del Ave-María vienen con el mismo gavilán, y le dieron a Francisco de Saucedo, y le mostró al señuelo; y porque luego se nos ofrecieron cosas en que iba más que la caza, se dejará aquí de hablar de ello. Y helo dicho porque era tan gran príncipe, que no solamente le traían tributos de todas las más partes de la Nueva-España, y  señoreaba tantas tierras, y en todas bien obedecido, que aun estando preso, sus vasallos temblaban de él, que hasta las aves que vuelan por el aire hacía tomar. Dejemos esto aparte, y digamos cómo la adversa fortuna vuelve de cuando en cuando su rueda. En aqueste tiempo tenían convocado entre los sobrinos y deudos del gran Montezuma a otros muchos caciques y a toda la tierra para darnos guerra y soltar al Montezuma, y alzarse algunos dellos por reyes de México; lo cual diré adelante.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 287-288
Lugar(es):
  • México-Tenochtitlan
Persona(s):
  • Moctezuma Xocoyotzin
  • Pedro de Alvarado
  • Cristóbal de Olíd