Cortés decide si seguir camino por Cholula o Huejotzingo

Texto original con ortografía de la época:

[…] Y estando platicando sobre el camino que habíamos de llevar para México, porque los embajadores de Montezuma que estaban con nosotros, que iban por guías, decían que el mejor camino y más llano era por la ciudad de Cholula, por ser vasallos del gran Montezuma, donde recibiríamos servicios, y a todos nosotros nos pareció bien que fuésemos a aquella ciudad; y los caciques de Tlascala, como entendieron que queríamos ir por donde nos encaminaban los mexicanos, se entristecieron, y tornaron a decir que en todo caso fuésemos por Guaxocingo, que eran sus parientes y nuestros amigos, y no por Cholula, porque en Cholula siempre tiene Montezuma sus tratos dobles encubiertos; y por más que nos dijeron y aconsejaron que no entrásemos en aquella ciudad, siempre nuestro capitán, con nuestro consejo muy bien platicado, acordó de ir por Cholula; lo uno, porque decían todos que era grande población y muy bien torreada, y de altos y grandes cues, y en buen llano asentada, y verdaderamente de lejos parecía en aquella sazón a nuestra gran Valladolid de Castilla la Vieja; y lo otro, porque estaba en parte cercana de grandes poblaciones, y tener muchos bastimentos y tan a la mano a nuestros amigos los de Tlascala, y con intención de estarnos allí hasta ver de qué manera podríamos ir a México sin tener guerra, porque era de temer el gran poder de mexicanos; si Dios nuestro señor primeramente no ponía su divina mano y misericordia, con que siempre nos ayudaba v nos daba es fuerzo, no podíamos entrar de otra manera. Y después de muchas pláticas y acuerdos, nuestro camino fue por Cholula; y luego Cortés mandó que fuesen mensajeros a les decir que cómo, estando tan cerca de nosotros, no nos enviaban a visitar y hacer aquel acato que son obligados a mensajeros, como somos, de tan gran rey y señor como es el que nos envió a notificar su salvación; y que los ruega que luego viniesen todos los caciques y papas de aquella ciudad a nos ver, y dar la obediencia a nuestro rey y señor; si no, que los tendría por de malas intenciones. Y estando diciendo esto, y otras cosas que convenía enviarles a decir sobre este caso, vinieron a hacer saber a Cortés cómo el gran Montezuma enviaba cuatro embajadores con presentes de oro, porque jamás, a lo que habíamos visto, envió mensaje sin presentes de oro, y lo tema por afrenta enviar mensajeros si no enviaba con ellos dádivas; y lo que dijeron aquellos mensajeros diré adelante.  

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 207-208
Lugar(es):
  • Tlaxcala
Persona(s):
  • Hernando Cortés
Actor(es):
  • Embajadores