Consejos de Xicoténcatl y Mase-Escaci a Cortés

Texto original con ortografía de la época:

Pues viendo Xicotenga y Mase-Escaci, señores de Tlascala, que de hecho queríamos ir a México, pesábales en el alma, y siempre estaban con Cortés avisándole que no curase de ir aquel camino, y que no se fiase poco ni mucho de Montezuma ni de ningún mexicano, y que no se creyese de sus grandes reverencias ni de sus palabras tan humildes y llenas de cortesías, ni aun de cuantos presentes le ha enviado ni de otros ningunos ofrecimientos, que todos eran de atraidorados; que en una hora se lo tornarían a tomar cuanto le habían dado, y que de noche y de día se guardase muy bien dellos porque tienen bien entendido que cuando más descuidados estuviésemos nos darían guerra, y que cuando peleáramos con ellos, que los que pudiésemos matar que no quedasen con las vidas, al mancebo porque no tome armas, al viejo porque no dé consejos; y le dieron otros muchos avisos. Y nuestro capitán les dijo que se lo agradecía el buen consejo, y les mostró mucho amor con ofrecimientos y dádivas que luego les dio al viejo Xicotenga y al Mase-Escaci y todos los demás caciques, y les dio mucha parte de la ropa fina de mantas que había presentado Montezuma, y les dijo que sería bueno tratar paces entre ellos y los mexicanos, para que tuviesen amistad, y trajesen sal y algodón y otras mercadurías; y el Xicotenga respondió que eran por demás las paces, y que su enemistad tienen siempre en los corazones arraigada, y que son tales los mexicanos, que so color de las paces les harán mayores traiciones, porque jamás mantienen verdad en cosa ninguna que prometen; e que no curase de hablar en ellas, sino que le tornaban a rogar que se guardase muy bien de no caer en manos de tan malas gentes […].

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 206-207
Lugar(es):
  • Tlaxcala
Persona(s):
  • Mase-Escaci
  • Hernando Cortés
  • Xicotencatl