De cómo Cortés comprende la situación política de la región

Texto original con ortografía de la época:

 

Y un día estando yo y otro soldado puestos por espías en unos arenales, vimos venir por la playa cinco indios, y por no hacer alboroto por poca cosa en el real, los dejamos allegar a nosotros, y con alegres rostros nos hicieron reverencias a su usanza, y por señas nos dijeron que los llevásemos al real; y lo dije a mi compañero que se quedase en el puesto, e yo iría con ellos, que en aquella sazón no me pesaban los pies como ahora, que soy viejo; y cuando llegaron adonde Cortés estaba, le hicieron grande acato y le dijeron: "Lopelucio, lopelucio"; que quiere decir en la lengua totonaque, señor y gran señor; y traían unos grandes agujeros en los bezos de abajo, y en ellos unas rodajas de piedras pintadillas de azul, y otros con unas hojas de oro delgadas, en las orejas muy grandes agujeros, y en ellos puestas otras rodajas de oro y piedras, y muy diferente el traje y habla que traían a lo de los mexicanos que solían allí estar en los ranchos con nosotros, que envió el gran Montezuma; y como doña Marina y Aguilar, las lenguas, oyeron aquello de lopelucio, no lo atendieron; dijo la doña Marina en la lengua mexicana que si había allí entre ellos nahuatlatos, que son intérpretes de la lengua mexicana; y respondieron los dos de aquellos cinco que sí, que ellos la entendían y hablarían; y dijeron luego en la lengua mexicana que somos bien venidos, e que su señor les enviaba a saber quiénes éramos, y que se holgaba de servir a hombres tan esforzados, porque parece ser ya sabían lo de Tabasco y lo de Potonchan; y más dijeron, que ya hubieran venido a vernos, si no fuera por temor de los de Culúa, que debían estar allí con nosotros; y Culúa entiéndese por mexicanos, que es como si dijésemos cordobeses o sevillanos; e que supieron que había tres días que se había ido huyendo a sus tierras; y de plática en plática supo Cortés cómo tenía Montezuma enemigos contrarios, de lo cual se holgó; y con dádivas y halagos que les hizo, despidió aquellos cinco mensajeros, y les dijo que dijesen a su señor que él los iría a ver muy presto.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 104-105
Lugar(es):
  • San Juan de Ulúa
Persona(s):
  • Bernal Díaz del Castillo
  • Hernando Cortés
  • Jerónimo de Aguilar
  • Marina