[56] Muchas veces los Capitanes permiten un daño menor, por no incurrir en otro mayor: y de esta manera el Capitán D. Hernando Cortes, permitió que sus Soldados saqueasen las Casas Reales de Mexico, y las casas propias de Moctezuma, por no incurrir en desgracia y disgusto de sus Soldados; aunque dio gran desabrimiento y desconsuelo a los Mejicanos, y aun se puso á riesgo de padecer falta de sus bastimentos quotidianos. Como vieron los Mejicanos el destroso y desbarate que se había hecho, asien las casas reales, como en las propias de Moctezuma; turbáronse en gran manera, y ausentáronse de la presencia del Capitán, y de Moctezuma, y de toda la corte, y escondiéronse en sus casas, y en diversos lugares, por tener conjetura, que el negocio no sehabia de parar alli sino que habían de matar y robar, a muchos mas de los que habían robado: y de esta manera hubo gran quiebra en la provision delascosas necesarias, y comenzó a faltar todo lo necesario para comer ybeber, asi de la gente, como de los Caballos, y los perros que los Españoles traían consigo, para pelear en la guerra los cualeseran muchos, y hacían gran ayuda a los Españoles, por estar muy industriadosen el negocio delpelear. Por la cual causa tuvieron necesidad [57] de mandar á los Indios amigos que juntamente con los Mexicanos fuesen á buscar bastimentos, y a tornar ya ordenar la orden que antes se tenia en proveer de todas las cosas necesarias a la república: Y para hacer esto fue necesario dar ocasión de hartas Injusticias y violencias y daños, que sucedieron, hasta tornar á concertar el estado de la república, como antes estaba: y aun padeciéronse hartas necesidades de hambre y de enfermedades que de aqui recrecieron.