Después el capitán partió para la costa, dejando a Don Pedro de Alvarado Tonatiuh. Pronto después los mexica pidieron instrucciones a Moctecuzona en qué forma deberían celebrar la fiesta de su dios. Él les dio una orden sobre la manera: "Ponedle todas las ofrendas: haced de este modo". Cuando Tonatiuh les dio el permiso, ambos ya estaban encadenados: Motecuzoma y el Tlacochcalcatl Itzquauhtzin, de Tlatelolco. [...] Se les hizo saber que debían adornar a Uitzilopochtli. En consecuencia prepararon al Uitzilopochtli. Está adornado con todos sus vestidos de papel y lo adornaron con toda la indumentaria que le corresponde. Después los mexica entonaron su coro. Con esto pasaron el primer día. 

Fue en el segundo día cuando vinieron a cantar, entonces perecieron los tenochca y los tlatelolca. Los que cantan están desnudos. Todo lo que llevaban eran sus cadenas de caracoles, su adorno de turquesas, sus bezotes, sus collares, sus penachos de plumas de garza, sus talones de venado. Los viejos sacerdotes que tocaban los tambores y que sacudían sus sonajas de calabaza, sus calabazos de tabaco, fueron los primeros a quienes se les atacó. Les cortaron las manos, y la cabeza. Después perecieron todos. Todos los que cantaron, todos los espectadores perecieron allá.

Después nos atacaron, nos asesinaron. Por tres horas hay matanza en el patio del templo. Penetraron en su interior y mataron a los que habían traído agua y que habían dado forraje a les caballos: a los que mueren maíz, que barrieron el suelo y a los que estaban de guardia. Entonces les dijo Motecuzoma soberano de Tlatelolco y Tenochtitlan, el cual estaba acompañado por el Tlacochcalcatl Itzquauhtzin, de Tlatelolco, quien retuvo a los españoles: "Señores míos, basta. ¿Qué hacéis? El pueblo sufre. ¿Dónde están sus escudos, dónde sus espadas de obsidiana? Estamos completamente despojados de armas".

Al llegar el capitán, el Tonatiuh ya nos había matado. Por 20 días el Tonatiuh nos ha asesinado durante el viaje del capitán a la costa. A su llegada no se le recibió hostilmente; entró con absoluta paz. Solo al día siguiente, cuando fuimos perseguidos, estalló la guerra.