Caminos de guerra. La caída de Xochimilco

La etnia xochimilca

Al menos desde el siglo xv, el núcleo del altépetl xochimilca tenía su capital en el lago de agua dulce con ese mismo nombre y se integraba por una triple alianza de señoríos: Técpan, Tepetenchi y Ólac;  su población habitaba en la zona de chinampas y en los cerros aledaños. Esta división territorial se mantuvo aún a principios del virreinato de la Nueva España, según se ilustra en el Códice Cozcatzin.

La etnia xochimilca se distribuía desde la falda suroeste del volcán Popocatépetl, en Tochimilco-Ocopetlayuca; al norte de Morelos, en Ocuitico, Tetela, Hueyapan, Tepoztlan, Tlalmimilolpan, Totolapan, Tlayacapan, Jumiltepec, Zacualpa, Tlacotepec, Temoac; así como en la región de Chalco desde el área lacustre hasta la zona del somonte, particularmente en territorio de los señoríos de Tenanco y Chimalhuacán, en Ecatzingo, Mamalhuazucan y Tepetlixpan.

 

Discordias en el lago

Antes de la guerra de Xochimilco contra la confederación de señoríos aliados y los europeos, la gente de la chinampa guardaba gran discordia contra los mexica tenochca y sus aliados, ya que tan solo habían transcurrido unas décadas del saqueo y destrucción de sus sedes políticas y ceremoniales. Durante el gobierno de Itzcóatl (1428-1440), su deidad patrona, la Cihuacóatl, fue humillada y llevada cautiva a Tenochtitlán, incluso en el altar del sacrificio o el temalácatl conocido como la Piedra de Tízoc o la Piedra de Moctezuma se plasmó esa afrenta. Adicionalmente, parte de sus tierras les fueron arrebatadas y repartidas entre las casas señoriales que les sometieron, asimismo quedaron sujetos al pago de tributos. Entre los trabajos forzados a los que fueron obligados a participar se encuentra la construcción de una calzada que conectaba a Tenochtitlán con distintos poblados asentados al sur de la cuenca de México, la colaboración en campañas militares, y no dudamos que hayan sido forzados a esculpir esculturas, o bien construir templos y palacios, ya que los lapidarios de mayor prestigio eran los xochimilcas.

 

Sombras de guerra

El padre Diego Durán afirma que a Moctezuma se le dio aviso de un navío que fue avistado en la costa del Golfo de México, así como del contacto con los europeos (1518). Preocupado ante tales acontecimientos, mandó que le pintasen a los forasteros, así como investigar en los libros antiguos referencias sobre estos sucesos. Pero debido a que Iztcóatl había ordenado destruir los repositorios de fuentes arcaicas para así legitimar la historia del nuevo imperio, resultaba complicado encontrar esa información. No obstante, un venerable hombre de conocimiento de Xochimilco llamado Quilaztli, resguardó pinturas en la que se auguraba la llegada de hombres barbados que vendrían en un gran “cerro de palo”, acompañados de “bestias a manera de venados”; estos “habían de poseer la tierra y poblar todos los pueblos de ella”.  

 

Caminos de guerra.

En 1519, Pedro de Alvarado y Bernardino Vázquez de Tapia, de Oropesa, fueron los primeros castellanos en arribar a la cuenca de México. Su misión era entrevistarse con Moctezuma, sin embarg,o en vez de seguir un camino directo de Tlaxcala a Tenochtitlán, fueron llevados primero a Cholula, después al sur del volcán Popocatepetl por una ruta comercial entre Ocopetlayuca y Chimalhuacán, cruzaron la región de Chalco y finalmente arribaron a Texcoco, para después regresar a Tlaxcala. Es posible que se les condujera por este camino como estrategia para emboscarles cuando cruzaban por las barrancas a las faldas del Popocatépetl, ya que Nepopohualco, cerca de Tetela del Volcán, se consideraba un punto estratégico para controlar las incursiones bélicas, esta área estaba protegida por grupos tepanecas, acolhuas, mexicas y xochimilcas.

Aunque se advirtió a Hernán Cortés de que existían rutas más accesibles y directas que utilizaban los mercaderes entre Tlaxcala y Tenochtitlán, el ejército confederado tomó camino rumbo a Cholula, probablemente como estrategia para debilitar a este altépetl poderoso que se encontraba entre Tenochtitlán y el mar.

Después de la destrucción de Cholula, el 1 de noviembre de 1519 partieron de esta a  Tollan siguiendo el camino comercial que cruzaba entre la Iztaccíhuatl y el Popocatépetl, hasta acampar en el actual Paso de Cortés. Este puerto montañoso se sitúa a 3700 m s.n.m. y durante la Pequeña Edad de Hielo, es decir en aquella época, es factible que el bosque denso de pino (Pinus hartwegii) se encontrara a menor altitud en comparación a la actualidad. Por lo cual, resultaba un lugar más seguro para protegerse de una emboscada y desplegar su artillería, en comparación a los senderos del sur protegidos por los xochimilcas.   

 

El final de los tiempos

Previo al asedio a Tenochtitlán, los súbditos de la corona española y sus aliados decidieron atacar a las casas señoriales afines, sujetas o tributarias a los mexicas. Consideramos factible que fuera durante la incursión militar en la región de Chalco, cuando los xochimilca invocaron a su diosa de la guerra Chantico Cuauhxolotl para derrotar a los invasores con el muslo de un ixiptla, una persona convertida en la imagen viva de un dios, en su arribo a Mamalhuazucan, según se atestigua en una audiencia del Santo Oficio de 1539.

En 1521, después de las conflagraciones y victoria en Cuauhnahuac, inició la campaña militar de los aliados y los españoles contra Xochimilco, al descenso de la boscosa sierra de Chichinautzin, hoy Ajusco, le siguieron duras batallas en la ribera del lago. La gente de la chinampa se atrincheró en sitios estratégicos, los canales fungieron como pozos y se levantaron los puentes para dificultar la entrada. Los invasores se dividieron en tres escuadrones para acometer por varios sitios a la capital xochimilca, y en todas hallaron gran resistencia; con los escombros de las casas y los templos se habilitaron pasos entre chinampas y calzadas, pero ya fuese desde tierra firme o por el lago, afrontaban oleadas de ataques. Incluso contra los castellanos y sus aliados se emplearon lanzas acondicionadas con el filo de las espadas de Toledo que habían sido capturadas durante escaramuzas previas. Juan de Lara y Alonso Hernández fueron tomados cautivos, sacrificados y desmembrados, sus miembros se enviaron a distintos lugares con el fin de infundir terror a los cristianos. Para replegarse, reorganizarse y esperar el arribo de refuerzos, los xochimilcas ejecutaron tácticas dilatorias, al declarar que pedían paz y fin a las hostilidades.

 

El surgimiento de un imperio

La caída de Xochimilco indujo que sus casas señoriales se integraran como una entidad política del naciente Imperio Español. Como muestra de su lealtad a la corona participaron en la destrucción de Tenochtitlán, posteriormente atacaron a los tlahuicas y xochimilcas de Tetlan y Hueyapan; se dice que fue una mujer que iba con el ejército de Cortés, quien dirigió el ataque y como premio de su valor se le concedió el mando en estos poblados. Pero los xochimilcas también participaron en conflictos que se suscitaron en tierras lejanas, citemos la guerra contra los cakchiqueles, en el actual Guatemala, a quienes se les esclavizó como se escenifica en el Lienzo de Quauhquecholan.

Para citar: David Jesús Arreola Gutiérrez, Osvaldo Roberto Murillo Soto, Caminos de guerra. La caída de Xochimilco, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/2610/2601. Visto el 29/04/2024