En este tonalpohualli, Noticonquista continúa con su revisión de la situación de los pueblos mesoamericanos y de los españoles tras la caída de México-Tenochtitlan en agosto de 1521.

Los tlaxcaltecas fueron sin duda, los grandes vencedores de esta guerra, tanto por el tamaño de su ejército como porque lograron destruir a sus enemigos tradicionales en su propio territorio, algo que los propios mexicas no habían logrado hacer con ellos.

En nuestros amoxtli, revisamos las dimensiones de esta victoria tlaxcalteca.

Antonio Jaramillo nos invita a tomarnos en serio la visión de los gobernantes y las comunidades tlaxcaltecas como vencedores, pues demuestra que no sólo obtuvieron la victoria, sino que la defendieron y ampliaron durante los siguientes 300 años y así mantuvieron su condición de conquistadores.

Federico Navarrete analiza el impulso expansionista que llevó a los tlaxcaltecas no sólo a conquistar México-Tenochtitlan sino a expandir sus dominios y fundar la Nueva España, junto con los españoles, y también  reformar sus instituciones en consonancia con el orden colonial español. Finalmente examina la capacidad que tuvieron para construir su propia visión histórica de su victoria en el Lienzo de Tlaxcala. Una prueba de que no seguían las órdenes de los europeos.

Margarita Cossich nos relata la participación de los tlaxcaltecas y muchos otros pueblos nahuas del centro de México en la conquista de Guatemala. Nos muestra que estos grupos de indígenas se establecieron en la región y mantuvieron su identidad, y sus privilegios como conquistadores, hasta fines del periodo colonial.