En este Tonalpohualli, Noticonquista continúa la discusión sobre uno de los temas más discutidos, más polémicos y menos comprendidos del mundo cultural mesoamericano: la práctica de la muerte ritual de personas, que hemos llamado sacrificio humano.

Esta práctica ritual fue condenada por los españoles de la época y fue una de las justificaciones para la conquista de Mesoamérica, repetida por Hernán Cortés y todos los expedicionarios. A la fecha, se sigue esgrimiendo la práctica del "sacrificio" para dar legitimidad a la imposición del poder español y de la religión cristiana.

Nuestros tres amoxtli de la semana abordan las polémicas del momento y de hoy. 

Emilie Carreón, Mariana Hernández y Yutzin Gómez comparan la manera en que la muerte y desmembramiento ritual de las personas era represantada en las imágenes mesoamericanas como un acto de orden cósmico, mientras que en las imágenes coloniales se enfatiza su carácter sangriento y bárbaro.

Gabriel Kruell polemiza con Gabina Aurora Pérez y con Maarten Jansen, quienes han propuesto que esta práctica no existió en verdad y fue inventada por los españoles para difamar a los indígenas. Señala que esta posición retoma visiones negacionistas que existieron desde el siglo XVI y que no reconocen las particularidades culturales de Mesoamérica.

Stan Declercq, por su parte, discute con detalle la relación entre el captor mexica y su cautivo extranjeros, destinado a la muerte ritual. Una relación en que el mexica se extranjeriza y absorbe parte de la identidad y fuerza de su enemigo, y en que el enemigo se vuelve mexica. Esto nos permite comprender esta práctica como una forma de crear parentescos entre pueblos, como sucedía en otras partes de América.