Los expedicionarios se mudan a Cempoala. La tradición urbana en Mesoamérica y el Mediterráneo
En el Tonalpohualli de esta semana relatamos una de los eventos claves de la llamada conquista de México, la mudanza de la expedición encabezada por Hernán Cortés a la ciudad mesoamericana de Cempoala, a principios de agosto de 1519.
Esta decisión tuvo razones prácticas muy concretas. El gobernante de Cempoala, el llamado Cacique Gordo, convenció a los españoles de que en su propia ciudad sería más fácil darles de comer y satisfacer sus otras necesidades, además de que ahí estarían mejor protegidos contra cualquier ataque mexica.
Por su parte, los expedicionarios no vacilaron mucho en abandonar el campamento precario, e infestado de insectos y enfermedades, que llamaban la Villa Rica de Veracruz y mudarse a alojamientos más cómodos y mejor provistos.
Desde una perspectiva histórica, sin embargo, esta mudanza tuvo profundas consecuencias. A partir de entonces y hasta la caída de México-Tenochtitlan dos años después (un hecho que nadie podía predecir entonces), los expedicionarios españoles dependieron por completo del apoyo material, del sustento alimenticio y de los servicios de sus aliados indígenas. Esto significa que sin estos aliados, hubieran sido incapaces de sobrevivir en Mesoamérica, menos aún entrar a su interior y enfrentarse al pueblo más poderoso, los mexicas.
Asimismo, al mudarse a Cempoala, los conquistadores comenzaron a conocer la tradición urbana mesoamericana, a la vez parecida a la tradición urbana mediterránea, pero también muy diferente. Los amoxtli de esta semana discuten aspectos claves de ambas tradiciones urbanas. Las ciudades y sus formas de vida, como veremos en ulterios Tonalpohualli fueron también un tema clave de la vida de estos años.