Cortés y los españoles son vistos como Teules: episodio de Zocotlán
Dejemos esto y de las santas amonestaciones que les hacíamos, y digamos que como llevávamos un lebrel de muy gran cuerpo, que era de Francisco de Lugo, y ladraba mucho de noche, parece ser preguntaban aquellos caciques del pueblo a los amigos que traíamos de Cempoal que si era tigre o león, o cosa con que mataban los indios; y respondieron: "Tráenle para que cuando alguno los enoja los mate." Y también les preguntaron que aquellas bombardas que traíamos, qué hacíamos con ellas; y respondieron que con unas piedras que metíamos dentro delias matábamos a quien queríamos; y que los caballos corrían como venados, y alcanzábamos con ellos a quien les mandábamos. Y dijo el Olintecle y los demás principales: "Luego desa manera teules deben de ser." Ya he dicho otras veces que a los ídolos o sus dioses o cosas malas llamaban teules. Y respondieron nuestros amigos: "Pues ¡cómo!, ¿ahora lo veis? Mirad que no hagáis cosa con que los enojéis, de luego sabrán, que saben lo que tenéis en el pensamiento; porque estos teules son los que prendieron a los recaudadores del vuestro gran Montezuma, y mandaron que no les diesen más tributo en todas las sierras ni en nuestro pueblo de Cempoal; y éstos son los que nos derrocaron de nuestros templos nuestros teules, y pusieron los suyos, y han vencido los de Tabasco y Cingapacinga. Y además desto, ya habréis visto cómo el gran Montezuma, aunque tiene tantos poderes, les envía oro y mantas, y ahora han venido a este vuestro pueblo y veo que no les dais nada; andad presto y traedles algún presente." Por manera que traíamos con nosotros buenos echacuervos, porque luego trajeron cuatro pinjantes y tres collares y unas lagartijas aunque eran de oro todo muy bajo; y más trajeron cuatro indias, que eran buenas para moler pan, y una carga de mantas. Cortés las recibió con alegre voluntad y con grandes ofrecimientos.
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