Séptimo presagio de la venida de los españoles
Séptimo presagio funesto. Muchas veces se atrapaba, se cogía algo en redes. Los que trabajan en el agua cogieron cierto pájaro. Ceniciento, como vi fuera grulla. Luego lo llevaron a mostrar a Moctecuhzoma, en la Casa de lo Negro. ("Casa de estudio mágico".) Había llegado el sol a su apogeo; era el mediodía. Como un espejo estaba en su mollera: redondo como rodaja de huso, en espiral y en rejuego: era como si estuviera perforado en su medianía. Allí se veía el cielo: las estrellas, el Mastelejo. Y Moctecuhzoma lo tuvo a muy mal presagio, cuando vio las estrellas y el Mastelejo. Pero cuando vio por segunda vez la mollera del pájaro, nuevamente vio allá, en lontananza, como si algunas personas vinieran de prisa: bien estiradas; dando empellones. Se hacían la guerra unos a otros, y los traían a cuestas unos como venados. Al momento llamó a sus magos, a sus sabios. Les dijo: ¿No sabéis: qué es lo que he visto? ¡Unas como personas que están en pie y aguándose...!pero ellos, queriendo dar la respuesta, se pusieron a ver: desapareció (todo): nada vieron.
- Moctezuma Xocoyotzin
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