Los títulos primordiales y la “conquista original” de Oaxaca

Durante la década de 1520, cuatro guerreros nahuas del centro de México respondieron a un llamado de auxilio enviado por la gran "noble señora de los zapotecos en Oaxaca." Ésta se quejaba de que los mixtecos estaban acosando a su pueblo y de que habían canibalizado a los miembros de un grupo de rescate enviado previamente. Los guerreros se presentaron ante Hernán Cortés, el "rey de los hijos del sol" e intentaron convencerlo de intervenir a su favor por medio de la escenificación teatral de una batalla en la cual alcanzaban el triunfo allí en donde sus compañeros habían fallado. Impresionado por este despliegue de poder, Cortés los envió a la batalla. Los guerreros pelearon, logrando penetrar la serranía mixteca y descendieron hacia el valle de Oaxaca en donde confrontaron y vencieron a los mixtecos con la ayuda de un vendaval y de un terremoto. Tras la victoria, el grupo guerrero creó un nuevo asentamiento en el valle de Oaxaca al que llamaron Mexicapan. Pero cuando Cortés llegó a Oaxaca, la alianza entre españoles y nahuas se desintegró y los dos bandos se prepararon para la guerra. Cuando se iniciaba la batalla, los mexicanos dispararon un chorro de agua salido de una caña gigante contra los españoles, aterrorizándolos y azorándolos hasta que Cortés optó por emprender la retirada. Cuando los españoles pidieron paz, los nahuas orgullosamente proclamaron que ellos les habían ganado a todos y, más aún, que incluso habían capturado algunos esclavos africanos. Estos "famosos mexicanos" llamaron a su victoria la "conquista original." (Sousa and Terraciano 2003; Terraciano and Sousa 2010)

Esta versión de la conquista apareció durante la última década del siglo XVII, cuando una comunidad o altepetl náhua llamada Mexicapan y otro pueblo o ñuu mixteco llamado Chapultepec, o en el idioma mixteco Yuchayta, presentaron títulos en sus respectivas lenguas para apoyar sus reclamos por la posesión de un territorio en disputa. Los mixtecos rechazaron la noción nahua de la conquista original cuando ellos ofrecieron su propia versión de lo ocurrido. Ellos afirmaron que habían recibido a Cortés con honores cuando este llegó a Oaxaca; que le habían dado a él y a sus hombre unas cuantas tierras en donde establecerse. Todo siguió bien hasta que Cortés regresó del centro de México con un grupo de nahuas y fue la presencia de estos lo que inició la disputa. Los españoles intervinieron solamente después de que los mixtecos habían obligado a los nahuas a darse por vencidos. Pero el gobernante de los mixtecos cooperó con Cortés y les dio a todos lo que buscaban, incluyendo un lugar donde asentar a los nahuas. En otras palabras, los mixtecos argumentaron que ellos nunca fueron derrotados por los mexicanos, sino que les habían dado unas cuantas tierras con el solo fin de complacer a Cortés, puesto que éste anhelaba la paz en Oaxaca. Los mixtecos se presentaron a sí mismos como aliados de los españoles.

Escritos respectivamente en lenguas náhuatl y mixteca, los documentos ostentan fechas pertenecientes a la década que va de 1520 a 1530, es decir, con casi dos siglos de anterioridad a la realidad de su fecha de redacción; los representantes de las comunidades supuestamente encontraron estos documentos antes de presentar el caso ante las autoridades españolas. Ambos documentos representan interpretaciones de eventos relacionados con la conquista, explicando cómo fue que los grupos en contienda llegaron a tener posesión de las tierras que ambos reclamaban a finales del siglo XVII. Las dos narrativas presentan versiones totalmente contrastantes de los eventos del pasado.

La mayoría de los historiadores llaman a estos documentos del México colonial "títulos primordiales": la palabra "título" denota que el documento es básicamente un reclamo de tierra; "primordial" se refiere a los anticuados orígenes de los reclamos expuestos en los títulos. (López Caballero 2003; Haskett 2005; Oudijk y Romero Frizzi 2003) Los títulos primordiales representan intentos indígenas por proteger y promover los intereses de sus comunidades corporativas, o los intereses especiales que estas pudieran incluir. La mayor parte de estos presumen ser escritos del siglo XVI que narran la llegada de Cortés y los eventos que sucedieron a este hecho, sobre todo a los que se relacionan con la posesión de tierras en una determinada localidad. Muchos de estos vienen acompañados de mapas y pinturas (incluyendo el título mixteco de Oaxaca). Los documentos imitan de algún modo o manera en títulos de posesión territorial oficialmente sancionados por los españoles. Sin embargo, a juzgar por su lenguaje, estilo de redacción y sus fechas de presentación, en realidad la mayoría fueron producidos en la segunda mitad del siglo XVII, o sea, en la segunda mitad del período colonial. Los representantes de las comunidades presentaban sus títulos primordiales hechos en casa a las autoridades españolas como evidencia de su propiedad desde la conquista española o desde "tiempo inmemorial." Los documentos fueron diseñados para el público local, así como para los funcionarios españoles. De esta manera, los títulos describen impresiones populares y locales de los eventos del pasado, abrevando para esto en las tradiciones orales y en la memoria social de la comunidad. Refiriéndose a historias más conocidas de este mismo período, Miguel León-Portilla escribió que los "registros indígenas de la Conquista son prueba dramática de la persistencia de lo que se le puede llamar una conciencia histórica con raíces muy profundas." (León-Portilla 1969: 124) Esta afirmación se puede aplicar igualmente a los títulos. Los títulos revelan las memorias colectivas de varias comunidades indígenas a casi dos siglos después de ocurrida la conquista.

Queda muy claro que fueron las propias tradiciones culturales y las preocupaciones prácticas las que llevaron a los autores a retratar los eventos bajo una luz muy particular. Por ejemplo, la mayoría de los títulos del México central niegan pérdidas militares ya sea a manos de los mexicas o de los españoles, porque dicho reconocimiento hubiera tenido la equivalencia, en términos mesoamericanos, de renunciar a los alegatos al territorio en disputa. En este sentido, los títulos coloniales se asemejan a muchas versiones indígenas de la conquista provenientes de la primera mitad del período colonial. Los líderes del altepetl de Huexotzinco y los de Xochimilco, por ejemplo, arguyen en distintas cartas a la Corona, escritas a mediados del siglo XVI, que ellos se habían aliado a Cortés desde la llegada de los españoles. Ellos tenían la esperanza de obtener los favores de las autoridades coloniales en recompensa por sus servicios a la Corona y la aceptación de la fe cristiana; buscaban obtener algunos de los privilegios disfrutados por Tlaxcala, el más famoso aliado de los españoles en el México central. El Lienzo de Tlaxcala opta por ignorar las luchas iniciales contra los españoles, las cuales duraron unas dos semanas, pero en cambio se enfoca en la histórica alianza de esta ciudad con los españoles. De acuerdo con esta versión de los hechos, los tlaxcaltecas no solo nunca fueron derrotados, sino que los españoles jamás hubieran podido derrotar a nadie sin su ayuda. De manera semejante, en las postrimerías del siglo XVI los escritores mestizos que se identificaban con la nobleza indígena de sus pueblos natales, como Fernando de Alva Ixtlilxóchitl de Tetzcoco y Diego Muñoz Camargo de Tlaxcala, usaron el mismo enfoque al exaltar las alianzas de sus ancestros con Cortés durante la conquista de la Nueva España. Claro está que estas versiones del pasado fueron formadas por preocupaciones pragmáticas. Por supuesto, muchos españoles compusieron cuidadosas narrativas que justificaban sus actos y que servían a sus preocupaciones inmediatas, incluyendo aquí las astutas cartas de relación de Cortés al rey, así como la "verdadera historia" de Bernal Díaz del Castillo. De hecho, tanto los conquistadores como sus admiradores tuvieron éxito al promover sus propias visiones particulares del pasado, las cuales continúan informando los recuentos populares y eruditos de la conquista hasta el día de hoy.  

Sin embargo, la subjetividad esencial de la memoria social no compromete necesariamente el contenido de hechos reales en la información de los títulos, especialmente cuando otros tipos de fuentes proveen un contexto para esta información. Los títulos de Oaxaca articulan versiones del pasado que combinan eventos legendarios con hechos históricos. El título náhuatl representa a cuatro líderes de los mexica que eran guerreros conocidos por su valor marcial. Tres de estos personajes--Tlacahuepan, Axayacatl y Chimalpopoca--son presentados en el Códice Florentino. Tlacahuepantzin es mencionado como un guerrero valiente que murió en batalla durante el reino de Moteuczoma Xocoyotzin. (Sahagún 1969: libro 6, p. 13, nota 11) Chimalpopoca era tlatoani de Tenochtitlan (1417-1426); Axayacatzin reinó desde 1468 hasta 1481. Axayacatl, el famoso tlatoani mexica que conquistó Tlatelolco, juega un papel importante en varios anales de México central. (Boone 2000: 224) También, Moteuczoma tenían dos hijos llamados Chimalpopoca y Axayacatl que murieron peleando contra los españoles. (Terraciano 2019) La conmemoración de figuras históricas célebres indica que las comunidades satélites de los nahuas guardaban creencias todavía populares en el México central a casi dos siglos después de la conquista.

La mujer noble zapoteca del título náhuatl quizás representa una alianza nahua-zapoteca, así como la unión histórica entre la hija de Ahuizotl, el tlatoani mexica, y el señor zapoteco Cosijoeza. La confianza otorgada a los mexica por parte de la señora noble zapoteca que buscaba su protección corresponde a las fuentes del siglo XVI que dicen que los zapotecos habían formado una alianza con los nahuas en contra de los mixtecos en el valle de Oaxaca antes de la llegada de los españoles. Los dos cerros donde los nahuas primero se enfrentaron contra los españoles en el título -los cerros Huaxacatzin (Huaxyacac) y Acatepec- fueron sitios de guarniciones de los mexicas durante los años previos a la conquista española. Los cuatro guerreros establecen un altepetl en el lugar llamado Acatepetl, “cerro de carrizos.” Es entonces cuando defienden a su nuevo altépetl en contra de los españoles. El título dice que Acatepetl se defiende por sí solo al disparar agua en contra de los españoles a través de un cañón de carrizo. Este acto simbólico de defensa propia, en el cual el cerro o altepetl se convierte en una fuerza animada e indestructible, también ha sido encontrado en otros títulos de México Central. (Lockhart 1982)

Los nahuas usaron la rivalidad mixteco-zapoteco para establecer su control del área. Implícitamente, la ayuda nahua a los zapotecos tenía como premio la promesa de tierras nuevas y tributo. De manera similar, ayudar a los españoles como "indios conquistadores" en sus expediciones les garantizaba a los nahuas tierras en donde asentarse y un estatus favorable en la región conquistada. (Matthew and Oudijk 2012) La conquista creó nuevos asentamientos. Es verosímil que Mexicapan fuera establecida después de que los españoles conquistaran el valle de Oaxaca y construyeran la ciudad española de Antequera en el antiguo sitio del asentamiento mexica llamado Huaxyacac (Oaxaca). Mexicapan estaba (y todavía está) justo al otro lado del río Atoyac desde Antequera, llamada ahora Ciudad de Oaxaca. La conquista también produjo esclavos. En este caso los triunfadores en el título nahua imitan a los españoles al capturar y tomar posesión de esclavos africanos. 

De nuevo, conceptos fundamentales indígenas de poder y legitimidad, conquista y alianza, de autonomía y derechos territoriales, forman el contenido de los documentos. De manera similar, modos mesoamericanos de expresión oral y escrita, adaptada a las formas legales hispánicas, determinaron el estilo y la presentación de los documentos. Los títulos de Oaxaca presentan un recuento muy selectivo del pasado distante, y cada uno brilla con su propio orgullo y patriotismo local. De esa forma, uno de estos títulos declaraba una victoria sobre los españoles, mientras que el otro demandaba la cooperación para alcanzar el bien común. A final de cuentas, los títulos destacan las alianzas y las negociaciones por encima de los conflictos y las derrotas. Los títulos primordiales son creaciones peculiares, transculturales, del México colonial. Como tales, los títulos primordiales representan historias indígenas locales--precisamente los tipos de historias que menos impacto han tenido, si acaso han tenido alguno, sobre las historias de México, o las de los pueblos indígenas de México, cuando menos hasta tiempos recientes.

 Para saber más

  • Boone, Elizabeth Hill. Stories in Red and Black: Pictorial Histories of the Aztecs and MixtecsAustin: University of Texas Press, 2000.
  • Haskett, Robert. Visions of Paradise: Primordial Titles and Mesoamerican History in Cuernavaca. University of Oklahoma Press, 2005.
  • León-Portilla, Miguel. Pre-Columbian Literatures of Mexico. Norman: University of Oklahoma Press, 1969.
  • Lockhart, James. "Views of Corporate Self and History in Some Valley of Mexico Towns: Late Seventeenth and Eighteenth Centuries." In George Collier, Renato Rosaldo, and John Wirth, eds., The Inca and Aztec States, 1400-1800. New York: Academic Press, 1982.
  • López Caballero, Paula. Los títulos primordiales del centro de México. México: CONACULTA, 2003.
  • Matthew, Laura and Michel Oudijk, eds. Indian Conquistadors: Indigenous Allies in the Conquest of Mesoamerica. Norman: University of Oklahoma Press, 2012. 
  • Oudijk, Michel R. y María de los Ángeles Romero Frizzi. “Los títulos primordiales: Un género de tradición mesoamericana. Del mundo prehispánico al siglo XXI.” Relaciones 95, vol. 24 (verano): pp. 19-48, 2003.
  • Sahagún, fray Bernardino de. The Florentine Codex: General History of the Things of New Spain. Tr. by Arthur J.O. Anderson and Charles E. Dibble. 13 parts. Salt Lake City and Santa Fe, New Mexico: University of Utah Press and School of American Research, 1950-82.
  • Sousa, Lisa and Kevin Terraciano. "The 'Original Conquest' of Oaxaca: Late Colonial Nahuatl and Mixtec Accounts of the Spanish Conquest." Ethnohistory, 50:2, Spring 2003.
  • Terraciano, Kevin y Lisa Sousa. "La genealogía de la memoria social indígena: Las construcciones estratégicas del pasado en los títulos primordiales del valle de Oaxaca." En Caras y máscaras del México étnico, ed. by Andrew Roth Seneff. La participación indígena en las formaciones del Estado mexicano, vol. 1. Zamora: El Colegio de Michoacán, 2010.
  • Terraciano, Kevin. "Canons Seen and Unseen in Colonial Mexico." In Canons and Values: Ancient to Modern. Larry Silver and Kevin Terraciano, eds. Los Angeles: Getty Publications, 2019.
Para citar: Kevin Terraciano, Lisa Sousa, Los títulos primordiales y la “conquista original” de Oaxaca, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/index.php/amoxtli/2368/2357. Visto el 23/04/2024