Mensajeros de Moctezuma dan regalos, dan atavíos de los dioses y declaran discursos ante Hernán Cortés

Texto original con ortografía de la época:

[…] Estos cinco fueron mandados por Moctezuma ir a recibir á Quetzalcoatl, y fuéles dado el presente que habian de llevar; que fueron piezas de oro, y piedras y Joyas, y plumages muy ricas […] las cuales ellos envolvieron en mantas ricas, y las pusieron en petacas: y desque hubieron aderezado sus cargas, y todo su fardage, fueron a despedirse de Moctezuma [...] Desque fueron llegados los mensajeros de Montezuma a la orilla de la mar, entráronse en las canoas, y metieron todas sus cargas en ellas, y comenzaron a irse hacia a donde estaban los navíos de Don Hernando Cortés, enderezando la canoa que guiaba hacia la capitana donde estaba el estandarte: los que se hallaban en los navíos, todos estaban a la mira de lo que pasaba; y los de la capitana desque llegaron cabe ella, preguntáronles de donde venían, y quienes eran y que querían: Ellos respondieron que eran Mexicanos, y que venían de Méjico buscar a su señor y rey Quetzalcoatl, que sabían que estaba allí.

Como los Españoles hubieron oido aquella respuesta, maravillaronse y no les respondieron nada, y comenzaron a hablar ellos mismos entre sí con palabras bajas, diciendo, qué quiere decir esto que dicen, que saben que esta aquí su rey y su dios, y que lo quieren ver? Esta respuesta oyó Don Hernando Cortés, con todos los demás, y comenzaron a conferir entre sí, sobre estas palabras: y después de mucho dar y tomar concertaron entre sí, que Don Hernando Cortés se ataviase con los mejores atavíos que tenía, y le aderezaron un trono, en al alcazar de popa donde se sentase representando persona de rey; y estando de esta manera entrasen a verlo y hablarle aquellos indios mejicanos que venían en busca de Quezalcoatl, hecho esto respondieron a los indios que fuesen muy bien venidos, que allí estaba el que ellos buscaban, y que le verían y hablarían.

Habiendo oido esto los Indios juntaron las canoas cerca de la capitana, y los de arriba les echaron aparejos para que subiesen: luego subieron al navío y todas sus cargas juntamente con ellos, las metieron dentro del navío. Como hubieron entrado ellos y sus cargas asentáronse sobre cubierta, y Don Hernando Cortés estaba dentro del alcazar en su trono que no parecía de la parte de fuera, y ellos se ataviaron, y comenzaron a desempetacar lo que llevaban, como los vieron así dispuestos para querer entrar a ver al que buscaban; dijéronles que entrasen a ver y a hablar a su dios y señor que buscaban: los cuales entraron en la pieza donde estaba Don Hernando Cortes, y todos llevaban en las manos el presente: y como le vieron todos se postraron en tierra y la besaron en señal de adoración, y luego se levantaron y comenzó el que iba por principal de todos ellos diciendo: "Dios nuestro y Señor nuestro, séase muy bien llegado que grandes tiempos ha que os esperamos nosotros vuestros siervos y vasallos: ha nos enviado a saludar y recibir Moctezuma vuestro vasallo y teniente de vuestro reyno, y séase muy venido nuestro Señor y Dios, y traemos aquí todos los ornamentos preciosos que usabades entre nosotros en cuanto nuestro rey y dios".

Habiendo dicho esto comenzaron luego a vestirle con aquellos ornamentos que llevaban: pusiéronle en la cabeza una pieza hecha a manera de almete en que había mucho oro y piedras preciosas, y plumajes, y pusiéronle un vestuario que se llama Xiculli que cubre desde la Garganta hasta la cintura y los medios brazos de tela preciosa: pusieron luego un collar de piedras preciosas, de mucho valor y hermosura. De este manera le fueron vistiendo desde la cabeza hasta los pies de ornamentos sacerdotales de gran valor: y los otros ornamentos preciosos de Tezcatlepuca y Tlalocatecutli, pusiéronlos a sus pies ordenadamente como hacen cuando dan algún presente a alguna persona constituida en dignidad.

Después que esto hicieron dijoles el Capitán D. Hernando Cortés (ó alguno por el) pues no traéis mas de esto para recibir? El principal de ellos dijo: "Señor nuestro y rey nuestro esto nos dijeron que trajésemos a vuestra Majestad, y no más". Luego D. Hernando Cortés habló a los suyos en lengua castellana y mandó que les tratasen muy humanamente, y les pusiesen en el castillo de proa donde reposasen y les diesen de comer de las cosas de Castilla, con toda cortesía y benevolencia. Cuando estos fueron entrados en el navío, todos los otros españoles vinieron al navío a ver lo que pasaba, y vieron el presente, y miraban los atavíos y personajes que los trajeron. 

Para citar:
Sahagún, Bernardino de , Historia general de las cosas de la Nueva España, , University of Utah, 1989 [1840], pp. 20-23
Persona(s):
  • Moctezuma Xocoyotzin
  • Hernando Cortés