La expedición de Pánfilo de Narváez y la Batalla de Cempoala en 1520

El desembarco en la costa de Veracruz de las fuerzas de Pánfilo de Narváez fue uno de los principales episodios de la campaña de Hernán Cortés: puso en entredicho su autoridad por la complicada situación jurídica, la actitud de Moctezuma cambió al recibir la noticia antes que él, hizo dudar a los aliados indígenas y el hecho de que el grupo de españoles en Tenochtitlan fuera tres veces inferior al recién llegado cimbró el mando. Su decisión de atacar rápidamente sorprendió a Narváez, quien fue derrotado en Cempoala el 27 de mayo de 1520. Los españoles capturados aceptaron enrolarse en sus filas y la situación militar mejoró, pero la situación en Tenochtitlan cambió por completo. Para muchos, a partir de este punto la conquista se volvió cada vez más violenta.

 

La expedición de Pánfilo de Narváez

Pánfilo de Narváez nació en Navalmanzano (España) en la década de 1470 y se embarcó hacia Jamaica en 1510. Las primeras noticias confiables que tenemos de él lo ubican al mando de una expedición para someter la zona de Camagüey en Cuba. Fue el ejecutor de la Matanza de Caonao, en la que cientos de indígenas (hombres, mujeres y niños) que habían acudido pacíficamente para ofrecerles alimentos fueron asesinados por los conquistadores. El dominico fray Bartolomé de las Casas estaba presente y, cuando Narváez le preguntó “¿Qué parece a vuestra merced destos nuestros españoles qué han hecho?", le respondió “Que os ofrezco a vos y a ellos al diablo”. Sus contemporáneos lo describen cruel, duro, soberbio y ambicioso. Estas cualidades lo hicieron el favorito de su pariente Diego Velázquez, gobernador de Cuba y se  convirtió en un rico terrateniente, dueño de muchos esclavos indígenas.

La expedición a las costas mexicanas había sido planeada y sufragada desde fines de 1519 por Diego Velázquez, el mismo que había encargado a Hernán Cortés explorar y comerciar con los indígenas el año anterior. Cortés y sus fuerzas habían proclamado su autonomía al establecer el Cabildo de la Villa Rica de la Vera Cruz, porque al ver las riquezas de Mesoamérica no quisieron regresar a la isla. Continuaron su marcha hacia la gran Tenochtitlan y acumularon tesoros para convencer al rey de España autorizar su empresa de conquista para quedar fuera del control de Velázquez.

Cuando el  gobernador de Cuba se enteró de los planes de Cortés,  reunió un contingente más numeroso y organizó una expedición al mando de Pánfilo Narváez para imponer su autoridad sobre Cortés, llevando al Lic. López Ayllón de la Audiencia de Santo Domingo como representante del rey. La expedición zarpó de Guaniguanico, al oeste de la isla, a principios de marzo de 1520. Estaba integrada por 19 navíos en los que viajaron de 600 a 800 españoles, alrededor de mil indígenas (muchos de los cuales estaban contagiados de viruelas, enfermedad mortífera por no existir en América), unos 80 caballos, 80 arcabuceros y 10 o 12 piezas de artillería.

Corrió con mala suerte desde el principio. Las tormentas hundieron 6 barcos con 50 hombres, las demás se separaron y Ayllón llegó antes a San Juan de Ulúa. Se encontró con Francisco de Cervantes, enviado por Cortés para comunicarle que no se sometería hasta que llegara una instrucción específica del Rey. Narváez desembarcó el 22 de abril, contra sus órdenes estableció un nuevo ayuntamiento en Villa de San Salvador y terminó expulsando al representante de la Corona, lo que provocó un pleito con Velázquez. La decisión de expulsar a López de Ayllón benefició a Cortés, que había mandado tesoros y su primera Carta de Relación justificando sus decisiones y consolidó su posición en Tenochtitlan.

Narváez atacó primero una pequeña guarnición costera al mando de Gonzalo de Sandoval, pero no pudo derrotarla y perdió prisioneros que fueron enviados a Cortés para advertirle del peligro. Aprovechando su superioridad numérica, sus fuerzas ocuparon la ciudad totonaca de Cempoala para convertirla en su base de operaciones, pensando que nadie se atrevería a atacarlo allí.

Cortés calculó sus posibilidades y, llevando sólo 266 soldados españoles y pocos guerreros indígenas, marchó desde Tenochtitlan. Nunca ha sido claro si la razón para desplegar tan pocos efectivos frente a una fuerza superior fue atacar por sorpresa, negociar o usar la perfidia contra el enemigo. Pero lo sorprendieron y el 27 de mayo de 1520 Cortés atacó bajo una lluvia intensa que le permitió capturar la artillería y caballería rápidamente. Las fuerzas de Narváez se replegaron al templo principal, donde la furia del ataque hispano-indígena los obligó a salir al incendiar el edificio. Durante el combate un español hirió a Narváez con una pica, quedando tuerto.

Fue tomado prisionero y encerrado por dos años en la guarnición costera de Veracruz hasta que fue enviado a España. Sus expedicionarios fueron convencidos por Cortés de unirse a su empresa al ofrecerles las riquezas de Tenochtitlan.

La desventurada vida de Pánfilo de Narváez no acabó con su derrota frente a Cortés. Regresando a Cuba, se casó con una hermosa mujer, se hizo todavía más rico y, sin embargo, los cronistas narran que solamente deseaba regresar a las empresas conquistadoras para ganar fama y gloria. En 1527 zarpó de España con cinco barcos y 600 expedicionarios para explorar y colonizar el territorio de la Florida, pero perdió parte de la flota por las tormentas cerca de Cuba. En 1528 exploró desde Tampico hasta el norte de la Florida, pero al no encontrar puerto seguro dividió la expedición y se dirigió al norte por tierra. Al fracasar, hizo que los sobrevivientes construyeran embarcaciones para regresar hacia Pánuco, lo que terminó en un desastre final. Una tempestad provocó que solamente 80 alcanzaran la costa de Texas, mientras Narváez y un pequeño grupo fueron vistos por última vez alejándose mar adentro en una balsa. El relato de esta desastrosa expedición fue descrito por uno de los cuatro sobrevivientes, Alvar Núñez Cabeza de Vaca.

 

Conclusión

La expedición de Pánfilo de Narváez contra Cortés fracasó desde el principio. A pesar de llevar consigo tres veces más hombres y contar con el respaldo aparente de las autoridades, Narváez desaprovechó su ventaja y fue derrotado. Los españoles en Tenochtitlan obtuvieron refuerzos importantes que de otra forma jamás habría recibido. Para Mesoamérica tuvo consecuencias funestas. Muchos integrantes de la expedición venían enfermos de viruela y fueron el origen de una mortal epidemia que pronto azotó el territorio. La confrontación entre españoles fue una causa importante para el cambio de actitud en la capital mexica, acercando cada vez más la lucha armada.

 

Para saber más:

  • Hernán Cortés, Cartas de relación, 25ª edición, México, Editorial Porrúa, 2018.
  • Francisco López de Gómara, Historia de la conquista de México, Madrid, Editorial Dastin, 2001.
  • Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, México, ERditorial Porrúa, 2008.
  • Fray Bartolomé de las Casas,  Brevísima relación de la destrucción de las Indias, México, Ediciones Corregidor, 2019.
  • Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Los Naufragios, Madrid, Castalia, 2012.

 

Para citar: Carlos Brokmann, La expedición de Pánfilo de Narváez y la Batalla de Cempoala en 1520, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/2028/2027. Visto el 28/03/2024