Las fuentes son, en ocasiones, contradictorias de lo sucedido entre los hispanos y los grupos indígenas que los reciben en el contexto de la llegada de Cortés a territorio tlaxcalteca. Tenemos noticia que el señorío de Tlaxcala tenía un acuerdo con los otomíes para que ocuparan y resguardaran una parte de la frontera de Tlaxcala. Al parecer es éste grupo el que de manera hostil recibe a Cortés y su gente.

Los combates se llevaron a cabo en una zona conocida como Tecóac, en el actual municipio de Huamantla. El inicio de las hostilidades fue una pequeña escaramuza en donde un grupo no muy nutrido de efectivos otomíes atacaron a Cortés y sus huestes, ataque que fue repelido por tiros de arcabuz, artillería y ballestas.

El combate continuó con el contra ataque de los efectivos hispanos quienes, como era costumbre, utilizaron cargas de caballería contra los indígenas; contaban con dos o tres de a caballo. Al parecer, los indígenas coordinaron un ataque utilizado un macuahuitl en contra de uno de los jinetes, del que sabemos su nombre Pedro de Morón. El ataque se dirigió directamente sobre las cuartillas del corcel, logrando que cayera para ser inmediatamente capturado.

Llama la atención que la mayoría de las fuentes que refieren a este hecho, tarde o temprano, mencionan el ataque al caballo. Es importante destacar que Pedro de Morón aún vivo fue arrastrado por los indígenas en dirección hacia Tlaxcala junto con el caballo, razón por la cual Cortés tuvo la necesidad de enviar una segunda carga de caballería para poder salvarlo.

Finalmente, Morón logró zafarse de las riendas, aunque al poco tiempo murió por sus heridas; el caballo, por su parte, fue arrastrado y despedazado como parte de los trofeos de guerra y sacrificio de los otomíes.

Resalta el hecho de que el caballo no fuera de Morón sino de un compañero llamado Juan Sedeño que se encontraba herido. Sabemos que, concluidos los combates, los tlaxcaltecas, pidieron disculpas a Cortés por las agresiones de los otomíes. Posteriormente iniciaron los acuerdos que terminarán con las ya conocidas alianzas de los tlaxcaltecas y los hispanos.