Secuelas de la masacre de Tóxcatl: religión y guerra

25 de mayo de 1520 / Día 11-flor, Año 2-pedernal
Figure 3: Codex Aubin, f. 42r. British Museum Library, London.
Fig. - Codex Aubin, f. 42r. British Museum Library, Londres.

A fines de mayo de 1520, hace 500 años, México-Tenochtitlan estaba en guerra. Tras el ataque artero perpetrado unos días atrás por los expedicionarios españoles encabezados por Pedro de Alvarado, los mexicas se unieron para atacar a los forasteros, y sus aliados mesoamericanos, y para vengar a sus muertos. La ofensiva mexica no terminaría en dos meses, hasta que los españoles huyeron de la ciudad.

Como lo muestran los amoxtli de esta semana, la reacción no era exagerada. El ataque en el Templo Mayor golpeó directamente el corazón del poderío religioso y militar mexica.  En su amoxtli, Gabriel Kruell explica la importancia de la fiesta de Tóxcatl en el calendario ritual mexica y su íntima relación con la figura del tlatoani mexica.  

Berenice Alcántara nos cuenta que en esa noche, los españoles masacraron a los jóvenes guerreros más destacados de la ciudad, aprovechando que estaban desarmados, danzando para sus dioses. Su texto destaca también la importancia del canto-baile en la religión mexica y como la tragedia de Tóxcatl abrió la puerta a la religión cristiana.

Por su parte, Diana  Magaloni presenta los relatos mexicas de esta masacre y analiza las imágenes con las que la representaron muchos años después. Nos muestra cómo la matanza de Tóxcatl se convirtió en un símbolo de la conquista misma, de la guerra en la ciudad y de la destrucción del centro religioso y sagrado de México-Tenochtitlan. 

Sin embargo, en mayo de 1520, eso estaba en el futuro y la agresión española parecía un grave error, pues desató la guerra y colocó a los expedicionarios en una posición estratégica comprometida: sitiados en una ciudad hostil, sin escapatoria fácil y con un enemigo resuelto a terminar con ellos.