Cortés manda a re poblar Cholula y les enseña cosas tocantes a la fe

Texto original con ortografía de la época:

Y luego mandó llamar los caciques de Tlascala que estaban en el campo, e les dijo que volviesen los hombres y mujeres que habían cautivado, que bastaban los males que habían hecho. Y puesto que se les hacía de mal devolverlo, e decían que de muchos más daños eran merecedores por los traiciones que siempre de aquella ciudad han recibido, por mandarlo Cortés volvieron muchas personas; mas ellos quedaron desta vez ricos, así de oro e mantas, e algodón y sal e esclavos. Y demás desto, Cortés los hizo amigos con los de Cholula, que a lo que después vi e entendí, jamás quebraron las amistades; e más les mandó a todos los papas e caciques cholultecas que poblasen su ciudad e que hiciesen tiangues e mercados, e que no hubiesen temor, que no se les haría enojo ninguno; y respondieron que dentro en cinco días harían poblar toda la ciudad, porque en aquella sazón todos los más vecinos estaban remontados, e dijeron que tenían necesidad que Cortés les nombrase cacique, porque el que solía mandar fue uno de los que murieron en el patio. E luego preguntó que a quien le venía cacicazgo, e dijeron que a un su hermano; al cual luego le señaló por gobernador, hasta que otra cosa fuese mandada. Y demás desto, desque vio la ciudad poblada y estaban seguros en sus mercados, mandó que se juntasen los papas y capitanes con los demás principales de aquella ciudad, y se les dio a entender muy claramente todas las cosas tocantes a nuestra santa fe, e que dejasen de adorar ídolos, y no sacrificasen ni comiesen carne humana, ni se robasen unos a otros, ni usasen las torpedades que solían usar, y que mirasen que sus ídolos los traen engañados, y que son malos y no dicen verdad, e que tuviesen meoria que cinco días había las mentiras que les prometieron que les darían victoria cuando sacrificaron las siete personas, e cómo cuanto dicen a los papas e a ellos es todo malo, e que les rogaba que luego los derrocasen e hiciesen pedazos, e si ellos no querían, que nosotros los quitaríamos, e que hiciesen encalar uno como humilladero, donde pusimos una cruz. Lo de la cruz luego lo hicieron, y respondieron que quitarían los ídolos; y puesto que se lo mandó muchas veces que los quitasen, lo dilataban. Y entonces dijo el padre de la Merced a Cortés que era por demás a los principios quitarles sus ídolos, hasta que vana entendiendo más las cosas, y ver en qué paraba nuestra entrada en México, y el tiempo nos diría lo que habíamos de hacer, que al presente bastaban las amonestaciones que se les habían hecho, y ponerles la cruz.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 222-223
Lugar(es):
  • Cholula
Persona(s):
  • Hernando Cortés
Actor(es):
  • Papas
  • cacique(s)