Quetzalcóatl negro

Uno de los mitos de mayor circulación alrededor de la conquista de México es la idea de que los indígenas, al ver a Cortés y a los demás conquistadores, creen reconocer el cumplimiento de la profecía del regreso de Quetzalcóatl. Esta confusión, según la insistencia de misioneros como Durán, Motolinía o Torquemada por citar algunos, sólo pudo originarse por la fisonomía de los españoles, porque los indígenas esperaban “hombres blancos y barbados” y porque Quetzalcóatl era una deidad que poseía dicha apariencia.

Sin embargo, de entre los mismos misioneros surge un relato que da una descripción totalmente opuesta; Fray Bernardino de Sahagún señala lo siguiente:

“Este Quetzalcóatl, aunque fue hombre, teníanle por dios… Los atavíos con los que le adoraban eran los siguientes: una mitra en la cabeza, con un penacho de plumas que se llama quetzalli… la cara tenía teñido de negro, y todo el cuerpo”.

Esta especificación que otorga Sahagún, apoyada en la información que le dan los sabios indígenas que colaboraron con él en la elaboración del Códice Florentino, concuerda con numerosas imágenes que existen de Quetzalcóatl en color negro, dentro de los códices prehispánicos de la tradición Mixteca-Puebla.

Por señalar unos ejemplos, en el Códice Borgia se puede observar que esta deidad no solo es constantemente representada con pintura corporal negra, sino es uno de los dioses a los que este color cubre casi por completo su cuerpo (figs. 1). En el Códice Vindobonensis, perteneciente a la región de la Mixteca, los pintores indígenas relatan el nacimiento de Quetzalcóatl, pintando su cuerpo con color negro, a excepción de sus extremidades (fig. 2). Asimismo, en el caso del Códice Nuttall, también mixteco, el pintor de la figura del Señor 9 Viento, Quetzalcóatl, también lo exhibe de esta manera (fig. 3).

Ante estos datos, lo primero que podemos decir es que este color no era privativo de Quetzalcóatl; también se usaba para cubrir la piel de otros dioses, como Tezcatlipoca, Tláloc, Ixtlilton, Nepatecutli, Nanahuatl… De igual manera, en estos mismos códices, la pintura corporal negra está presente en escenas de sacerdocio, sacrificio, penitencia, así como en la representación de naguales y de hombres-dioses (como el caso del Señor 9 Viento, Quetzalcóatl). También se encuentra en diversas escenas de ascenso y validación política de los gobernantes, como se muestra en el Códice Nuttall, en el momento en que el Señor 8 Venado se convierte en tecuhtli (fig. 4).

Es importante aclarar que el color negro usado en los códices, no solo se utilizaba como recurso pictórico -para dar realce a los personajes dentro de las escenas de las pinturas-, sino también para cubrir el propio cuerpo humano. Es decir, cuando en los códices se relata que los gobernantes se pintaban el cuerpo de color negro, como símbolo del poder político que adquirían o poseían era porque en la práctica sucedía de esta forma. En la región del Altiplano Central, Fray Bartolomé de Las Casas, al referirse a las ceremonias de entronización de los gobernantes en “México, Texcoco y Tacuba”, indica lo siguiente:

“El sumo pontífice con otros sacerdotes y ministros estábanle esperando en lo alto junto a los altares, donde le tenían aparejadas las insignias reales que le habían de poner como a rey, y de nuevos vestidos muy ricos y arreados… La primera ceremonia que el sumo pontífice hacía era teñir de negro todo el cuerpo del rey con tinta muy negra”.

A este respecto, algunos académicos han señalado que, dicha unción de color negro en el cuerpo de los candidatos a gobernantes, tenía como finalidad vincularlos con deidades como Tezcatlipoca o Quetzalcóatl. Esto se entiende desde la lógica indígena y de la importancia que poseía, para las distintas culturas, pertenecer a un linaje prestigioso que les diera validez política. En el caso de Quetzalcóatl, algunos estudiosos señalan que este dios, en especial, era concebido como el origen de los linajes de poder entre los nahuas del centro de México. Ya sea una u otra deidad, lo fundamental a tomar en cuenta es que el color negro en la piel de los gobernantes, no solo los vinculaba a estas deidades, sino les confería legitimidad política.

A partir de esto, se puede decir que el color negro en Quetzalcóatl es apenas una pequeña parte de un entramado más complejo, dentro de las prácticas políticas y religiosas de pintar el cuerpo con este color en diversas áreas culturales de la Mesoamérica precolombina. Aquí, es importante aclarar que aunque el color negro poseía un especial significado como símbolo de poder, en realidad formaba parte de los distintos colores y materiales de pinturas corporales que existieron; cada una con un sentido y respondiendo a una jerarquía específica. Además, en algunos casos, los dioses eran representados en distintos colores; incluso el propio Quetzalcóatl se ha observado, en menor medida, representado en otros colores como el azul.

Es importante mencionar que aunque son pocos los estudios que se han enfocado al análisis de los significados y usos del color negro, estos son ricos en información, y seguramente en un futuro cercano se podrá explicar el fenómeno de manera más integral. Por lo pronto, lo que en este texto se propone -a través de una investigación exhaustiva en códices prehispánicos y coloniales, así como en documentos novohispanos del siglo XVI-, es que el color negro estaba relacionado con aspectos creativos de las deidades, de inicios, de fundación de genealogías y señoríos. Pintar el cuerpo de color negro no solo permitía la fusión particular con un tipo de deidad, sino que implicaba portar en el mundo humano el poder creativo de los dioses.

Uno de los ejemplos y pruebas más interesantes de cómo los pintores indígenas continúan usando el color negro en la época colonial, con sus antiguos significados, se encuentra en el códice conocido como la Tira de Tepechpan. En la lámina 15 de este códice, se puede observar cómo el pintor recurre a este color para hablar del inicio de una nueva genealogía, de un nuevo señorío, o tal vez de una nueva era. Pero esta vez, lo hace a través de la representación de Cortés en color negro ( fig. 5), confiriéndole de esta manera también reconocimiento político.

Por otra parte, mientras en los textos de misioneros se propone un Quetzalcóatl de color blanco, y en algunos casos llega hasta vinculársele con uno de los apóstoles, los pintores indígenas continúan representando a esta deidad en color negro. Así por ejemplo, se le puede ver en el Códice Florentino, en el Códice Tovar, Primeros Memoriales (fig. 6, 7, 8), por citar algunos ejemplos.

Ante estas evidencias, es claro que la idea de un Quetzalcóatl blanco fue resultado de una manipulación histórica, orquestada para lograr la conquista política y también espiritual. La insistencia en las crónicas de conquista de indígenas “confundidos” ante españoles de cuerpos “blancos y barbados”, que les recordaban a la desterrada deidad, contrasta drásticamente con el color negro que se decidió invisibilizar.

    

    

Para leer más:

  • Alatorre Reyes, Daniel. Estudio comparativo de los ritos de ascenso al poder de los gobernantes nahuas, k’iche’anos y mixtecos (tesis de doctorado). Universidad Nacional Autónoma de México, 2019.
  • Dupey García, Élodie. “The materiality of color in the body ornamentation of Aztec gods”. Res 65/66 ( 2014/2015). 72-88.
  • Durán, fray Diego. Historias de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme. México: Porrúa, 1984, 2 vols.
  • Motolinía, fray Toribio de Benavente. Memoriales o libro de las cosas de la Nueva España y de los naturales de ella. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto Investigaciones Históricas, 1971.
  • Nava Román, María del Rosario. El color negro y el cuerpo. Usos de la imagen del africano en la sujeción política y religiosa de México en el siglo XVI (tesis de doctorado). Universidad Nacional Autónoma de México, 2018.
  • _______. El color negro en la piel y su poder político-religioso en el mundo mesoamericano: del Altiplano Central a la Mixteca (tesis de maestría). Universidad Nacional Autónoma de México, 2009.
  • Olivier, Guilhem, Tezcatlipoca. Burlas y metamorfosis de un dios azteca, México, Fondo de Cultura Económica, 2004.
  • Sahagún, fray Bernardino de. Historia general de las cosas de Nueva España. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Cien de México, 2002.
  • Torquemada, fray Juan de. Monarquía Indiana. México: Porrúa, 1969.

    

Códices

    

  • Códice Borgia, Eduard Seler (estudio), México, Fondo de Cultura Económica, 1963.
  • Códice Nutall, Ferrdinand Anders, Marten Jansen y Gabina Aurira Jiménez. España (estudio), Austria y México, Sociedad Estatal Quinto Centenario, Akademische Druck-und Verlagsanstalt y Fondo de Cultura Económica, 1992.
  • Códice Vindobonensis. Origenes e Historia de  los Reyes Mixtecos, Ferdinand Anders, Marten Jansen y Luis Reyes García (comisión técnica investigadora), Austria y México, Sociedad Estatal Quinto Centenario, Akademische Druck-und Verlagsanstalt y Fondo de Cultura Económica, 1992.
  • Códice Florentino, manuscrito 218-220 de la Colección Platina de la Biblioteca Medicea Laurenziana. Edición facsimilar, 3 vols. México: Secretaria de Gobernación, AGN, 1979.
  • Primeros Memoriales. Sahagún, fray Bernardino de. Oklahoma: University of Oklahoma Press, Norman, Real Academia de la Historia, 1993.
  • Tira de Tepechpan. Edición y comentarios de Xavier Noguez Ramírez, 2 vols. México: Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, 1978.
Para citar: Rosario Nava Román, Quetzalcóatl negro, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/index.php/amoxtli/1247/1213. Visto el 18/04/2024