Cortés y Moctezuma dialogan sobre la llegada de Pánfilo de Narváez a las costas de San Juan de Ulúa

Texto original con ortografía de la época:

Dejemos todas estas pláticas, y digamos cómo luego lo alcanzó a saber el gran Montezuma cómo estaban allí surtos los navios, y con muchos capitanes y soldados, y envió sus principales secretamente, que no lo
supo Cortés, y les mandó dar comida y oro y plata, y que de los pueblos más cercanos les proveyesen de bastimento; y el Narváez envió a decir al Montezuma muchas malas palabras y descomedimientos contra Cortés, y de todos nosotros que éramos unas gentes malas, ladrones, que veníamos huyendo de Castilla sin licencia de nuestro rey y señor; y que como tuvo noticia el rey nuestro señor, que estábamos en estas tierras, y de los males y robos que hacíamos, y teníamos preso al Montezuma, para estorbar tantos daños, que le mandó al Narváez que luego viniese con todas aquellas naos y soldados y caballeros para que le suelten de las prisiones, y que a Cortés y a todos nosotros, como malos, nos prendiesen o matasen, y en las mismas naos nos enviasen a Castilla, y que cuando allá llegásemos nos mandaría matar; y le envió a decir otrosmuchos desatinos; y eran los intérpretes para dárselos a entender a los indios los tres soldados que se nos fueron, que ya sabían la lengua. Y además destas pláticas, le envió el Narváez ciertas cosas de Castilla. Y cuando Montezuma lo supo, tuvo gran contento con aquellas nuevas; porque, como le decían que tenía tantos navios e caballos e tiros y escopetas y ballesteros, y eran mil y trescientos soldados y dende arriba, creyó que nos perdería. Y además desto, como sus principales vieron a nuestros tres soldados (que traidores bellacos se pueden llamar) con el Narváez y veían que decían mucho mal de Cortés, tuvo por cierto todo lo que el Narváez le envió a decir; y todo la armada se la llevaron pintada en dos paños al natural. Entonces el Montezuma le envió mucho más oro y mantas, y mandó que todos los pueblos de la comarca le llevasen bien de comer, e ya había tres días que lo sabía el Montezuma, y Cortés no sabía cosa ninguna. E un día yéndole a ver nuestro capitán y a tenerle palacio, después de las cortesías que entre ellos se tenían, pareció al capitán Cortés que estaba el Montezuma muy alegre y de buen semblante, y le dijo: qué tal se sentía; y el Montezuma respondió que mejor estaba; y también, como el Montezuma le vio ir a visitar en un día dos veces, temió que Cortés sabía de los navios, y por ganar por la mano y que no le tuviese por sospechoso le dijo: "Señor Malinche, ahora en este punto me han llegado mensajeros de cómo en el puerto donde desembarcasteis han venido diez y ocho navios y mucha gente y caballos; e todo nos lo traen pintado en unas mantas; y como me visitasteis hoy dos veces, creí que me veníais a dar nuevas dello; así que no habréis menester hacer navio; y porque no me lo decíais, por una parte tenía enojo en vos de tenérmelo encubierto, y por otra me holgaba porque vienen vuestros hermanos, para que todos os vayáis a Castilla e no haya más palabras." Y cuando Cortés oyó lo de los navios y vio la pintura del paño se holgó en gran manera, y dijo: "Gracias a Dios, que al mejor tiempo provee." Pues nosotros los soldados era tanto el gozo, que no podíamos estar quedos, y de alegría escaramuzaron los  caballos y tiramos tiros; e Cortés estuvo muy pensativo, porque bien entendió que aquella armada que le enviaba el gobernador Velázquez contra él y contra todos nosotros. Y como supo que era, comunicó lo que sentía della con todos nosotros, capitanes y soldados, y con grandes dádivas y ofrecimientos que nos haría ricos a todos nos atraía para que tuviésemos con él. Y no sabía quién venía por capitán; y estábamos muy alegres con las nuevas y con el más oro que nos había dado Cortés por vía de mercedes, como que lo daba de su hacienda, y no de lo que nos cabía de parte, y viendo el gran socorro e ayuda que nuestro señor Jesucristo nos enviaba. E quedarse ha aquí, e diré lo que pasó en el real de Narváez.

Para citar:
Díaz del Castillo, Bernal , Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Ciudad de México, Editorial Patria, 1983 [1632], pp. 317-319
Lugar(es):
  • México-Tenochtitlan
Persona(s):
  • Moctezuma Xocoyotzin
  • Pánfilo de Narváez
  • Hernando Cortés