El duro paso por la sierra y la llegada a Xocotlan

Texto original con ortografía de la época:

Entróse luego en lo áspero de la sierra; primera dificultad del camino de Méjico, donde padeció mucho la gente, porque fue necesario marchar tres días por una montaña inhabitable, cuya [115] sendas se formaban de precipicios. Pasaron a fuerza de brazos y de ingenio las piezas de artillería, y fatigaban más las inclemencias del tiempo. Era destemplado el frío; recios y frecuentes los aguaceros; y los pobres soldados sin forma de abarracarse para pasar las noches, ni otro abrigo que el de sus armas, caminaban para entrar en calor, obligados a buscar el alivio en el cansancio. Faltaron los bastimentos, última calamidad en estos conflictos, y ya empezaba el aliento a porfiar con las fuerzas cuando llegaron a la cumbre. Hallaron en ella un adoratorio y gran cantidad de leña; pero no se detuvieron porque se descubrían de la otra parte algunas poblaciones cercanas, donde acudieron apresuradamente a guarecerse, y hallaron bastante comodidad para olvidar lo padecido.

Empezaba en este paraje la tierra de Zocothlan, provincia entonces dilatada y populosa, cuyo cacique residía en una ciudad del mismo nombre, situada en el valle donde terminaba la sierra. 

Para citar:
de Solís y Rivadeneyra, Antonio , Historia de la Conquista de Méjico: población y progresos de la América Septentrional conocida por le nombre de Nueva España, Madird, Espasa-Calpe, 1970 [1684], pp. 114-115
Lugar(es):
  • Sierras de San Martín
Actor(es):
  • Soldados
  • indios aliados de Cortés