¿Cómo narrar la conquista en la posterioridad? La Historia de la nación chichimeca de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

Conocemos varias crónicas, tanto españolas como indígenas sobre la conquista de México. En muchas ocasiones se han discutido las distintas posiciones y puntos de vista que presentan cada uno de los cronistas. No obstante, encontramos también casos en que un mismo cronista relató el mismo asunto con tonos diferentes en dos o más obras suyas.

Veamos el caso de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1578-1650). Este descendiente de la casa dinástica de Texcoco (Tetzcoco) y miembro de la familia cacica de San Juan Teotihuacan fue un cronista que escribió obras históricas en los últimos años del siglo XVI y en la primera mitad del XVII. En términos generales, sus obras reflejan la mirada texcocana de la historia. Sin embargo, se puede encontrar diferentes matices entre sus escritos.

En la primera década del siglo XVII Alva Ixtlilxóchitl escribió el Compendio histórico del reino de Texcoco. La “Decimatercia relación”, que forma parte de esta obra, acentúa la legitimidad y el papel que jugó su propio antepasado, el príncipe Hernando Ixtlilxóchitl, durante la conquista de México. Por ello, narra detalladamente el proceso de la conquista desde la postura del príncipe Ixtlilxóchitl, es decir, desde el punto de vista de los texcocanos que no estaban a favor de Cacama y Coanácoch.

            Por otra parte, conocemos otra obra suya escrita posteriormente a esta “Decimatercia relación”. Es una obra que desde el siglo XVIII se ha llamado Historia de la nación chichimeca. En los últimos 19 capítulos de esta obra se encuentra el relato, aunque incompleto, sobre la conquista de México, que nos muestra un panorama diferente de la obra anterior arriba mencionada.

            En la Historia de la nación chichimeca, los capítulos correspondientes a la conquista de México comienzan de manera abrupta. Hasta el capítulo 76 narra los acontecimientos netamente prehispánicos, pero el capítulo 77 comienza con una abreviada biografía de Hernán Cortés, que dice: “Siendo reyes de Castilla y Aragón don Fernando y doña Isabel, nació Fernando Cortés en la villa de Medellín en la Extremadura […] en el año de 1485: sus padres fueron Martín Cortés de Monroy y doña Catalina Pizarro Altamirano, gente noble y hijosdalgos y muy aventajados en honra, aunque faltos de hacienda […]”.

            Existe un pasaje sumamente parecido a este en una de las crónicas españolas: la Historia general de las Indiasde Francisco López de Gómara, cuya segunda parte es la que conocemos como Historia de la conquista de México. Esta obra fue impresa primeramente en 1552 en Zaragoza y el año siguiente la Corona prohibió llevarla a las Indias, no obstante, siguió leyéndose en la Nueva España a pesar de la prohibición.

            Así, podemos encontrar, en la Historia de la nación chichimeca, otros pasajes que muestran que Alva Ixtlilxóchitl se basó en la obra gomariana. Por ejemplo, al hablar de los navíos de Cortés, menciona las banderas “con sus armas, que fueron unos fuegos blancos y azules, y en medio una cruz colorada con una letra en latín que decía: Amigos sigamos la cruz, porque si fe tenemos, en esta señal venceremos”. La obra de Gómara tiene una descripción de la bandera cortesiana muy parecida a esta. Asimismo, podemos considerar que el relato de la milagrosa aparición del apóstol Santiago en la batalla de Centla, Tabasco, también proviene de la obra de Gómara, aunque hay algunos detalles que no coinciden. Lo más probable es que Alva Ixtlilxóchitl se basara básicamente en Gómara, pero teniendo en cuenta otras fuentes españolas, modificara ciertos detalles.

            Tras el arribo a Veracruz, los españoles comenzaron su marcha hacia Tenochtitlan. Cuando describe la llegada del ejército de Cortés a Tlaxcala, cambia el tono del relato. Habla de las paces que los tlaxcaltecas trataron con los españoles y enlista detalladamente los nombres de los cuatro señores y sus principales que recibieron a Cortés. Al final del capítulo correspondiente, Alva Ixtlilxóchitl declara: “En este capítulo y los que siguen que tratan de las cosas de la señoría de Tlaxcalan, no sigo a los autores que han escrito la historia de la conquista, sino la que escribió Tadeo de Niza de Santa María, natural de la cabecera de Tepetícpac, por mandato de la señoría […]”. Así, nuestro autor acolhua manifiesta que utilizó las fuentes tlaxcaltecas.

            Por supuesto, los documentos texcocanos fueron las principales fuentes de información para Alva Ixtlilxóchitl. Lo interesante es que a veces combina los datos provenientes de Texcoco con los que ofrecían las fuentes españolas. Por ejemplo, en el capítulo 87 narra la obediencia que dieron Motecuhzoma y otros señores al emperador Carlos V. El relato parece basarse en las fuentes españolas, especialmente en la obra de Gómara. Pero, al mencionar a Cacama, quien después de Motecuhzoma dio la obediencia a Carlos V, dice lo siguiente: “Cacama y con él sus dos hermanos Cohuanacochtzin y Ixtlilxóchitl, según las relaciones y pinturas de Tezcuco, dieron en rehenes a cuatro hermanos suyos y otras tantas hermanas, que los varones fueron los infantes Tecocoltzin, Tecpacxochitzin, Huixcacamatzin y Tenancacaltzin”. De esta manera, podemos señalar que no solo se valió de las fuentes texcocanas, sino también, que el cronista intentó combinar los datos para hacer su propia narración.

            Incluso encontramos más menciones a otras fuentes indígenas. En el capítulo 91, habla de “las relaciones y pinturas de la provincia de Chalco”, para referirse a los nombres de los principales de los chalcas, que finalmente decidieron batallar en contra de los mexicas. En este mismo capítulo también habla de la reacción de Tangáxoan Tzíntzicha, cazonci del reino de Michoacán. Dice que “fue sacado de las relaciones y pinturas del reino de Michoacan” y anota además que “se lo oí contar muchas veces a don Constantino Huitzimengari, nieto de este rey […]”.

            De esta manera, podemos señalar que Fernando de Alva Ixtlilxóchitl no se basó únicamente en la información texcocana para elaborar el relato de la conquista de la Historia de la nación chichimeca. En varios pasajes utilizó las fuentes españolas, especialmente la Historia de la conquista de México, de López de Gómara. En otros, recurrió a las fuentes indígenas fuera de Texcoco, como las tlaxcaltecas, chalcas y purépechas.

            El relato de la conquista en esta obra termina repentinamente en el capítulo que narra las últimas batallas para la toma de Tenochtitlan. No conocemos los capítulos que seguirían, y desconocemos si Alva Ixtlilxóchitl los haya escrito. Es difícil concluir de manera definitiva, sin embargo, parece que en esta obra Alva Ixtlilxóchitl intentó integrar más información externa, es decir, de las fuentes no texcocanas si la comparamos con la “Decimatercia relación”. Cuando redactó la “Decimatercia relación”, su intento era revalorizar los hechos de los texcocanos durante la conquista de Tenochtitlan. En cambio, la meta de la Historia de la nación chichimeca pudo haber sido describir de manera más equilibrada la historia de Anáhuac o, en palabras de Alva Ixtlilxóchitl, de la Nueva España.

            No es nada extraño que las obras escritas varias décadas después de los sucesos narrados en ellas, como ocurre en este caso la Historia de la nación chichimeca, presentasen una interpretación histórica. Para Alva Ixtlilxóchitl, hombre plenamente de la época novohispana, la conquista de México fue un acontecimiento que ocurrió más de medio siglo antes de que naciera. Cabe decir que era como los hombres del siglo XXI que escriben sobre acontecimientos históricos como la Revolución mexicana, el surgimiento de la Unión Soviética y la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, las crónicas que narran la conquista son las fuentes esenciales para nuestra comprensión de lo ocurrido, pero al mismo tiempo, nos ofrecen la interpretación e incluso el acto de historiar de quienes las escribieron.

 

Para leer más:

  • Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de, Obras históricas. Ed. de Edmundo O’Gorman, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1985, 2 tomos.
  • López de Gómara, Francisco, Historia de la conquista de México. Ed. de Jorge Gurría Lacroix, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1979.
  • O’Gorman, Edmundo, “Prólogo”, en Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Nezahualcóyotl Acolmiztli, México, Gobierno del Estado de México, 1972, pp. 11-21.
Para citar: Yukitaka Inoue Okubo, ¿Cómo narrar la conquista en la posterioridad? La Historia de la nación chichimeca de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/2829/2822. Visto el 13/12/2024