A menudo nos referimos al 13 de agosto de 1521 como ese único evento histórico llamado “la conquista de México”, olvidamos que los españoles realizaron varias expediciones al territorio de Mesoamérica desde 1511 y también que esta “conquista” en particular, no se refiere solamente a la toma de Tenochtitlan, sino se trata de un evento que comenzó en 1519 y terminó en 1521. Olvidamos también que las conquistas de otras regiones de Mesoamérica se extendieron durante 20 años más, hasta la década de 1540, y llegaron desde lo que hoy es Nicaragua hasta el norte de Sinaloa. Aunque Hernán Cortés descubrió que Tenochtitlan era uno de los altepetl más importantes de Mesoamérica en esa época, también fue informado de que el territorio era lo suficientemente grande y lleno de bienes materiales de los cuales podía sacar provecho tanto él como todos sus aliados.

Pero, mientras se organizaba la toma de Tenochtitlan, ¿Qué pasaba en las otras regiones de Mesoamérica prehispánica? ¿Cuándo llegaron las primeras expediciones de conquista a otras regiones?¿Quiénes eran los grupos de indígenas conquistadores que componían también estas expediciones? Estas son algunas de las preguntas que decidimos desarrollar durante estas tres semanas para aprovechar el descanso en los sucesos de 1520, mientras tlaxcalteca, españoles y mexicas se preparaban para reanudar la guerra. No pretendemos abarcar todas las regiones de Mesoamérica, pero sí visualizar lo que sucedía al mismo tiempo que en el centro de México se concebían las tácticas para debilitar y conquistar a Tenochtitlan.

La complejidad política y cultural mesoamericana era tan basta como ya nos comentó Antonio Jaramillo (https://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/764/744); en Mesoamérica se hablaban diversos idiomas, existían comunidades bilingües o trilingües e incluso había comunidades de orígenes culturales diversos que cohabitaban. Esta complejidad fue comprendida y aprovechada por los conquistadores españoles, quienes utilizaron a su favor las enemistades y problemas políticos de las diversas poblaciones, que algunas veces fueron beneficiosas para ellos y, en otros casos, prolongaron el proceso de conquista. 

Esta semana presentamos el primero de nuestros tres números especiales. Comenzamos con dos puntos cardinales totalmente opuestos, el occidente de México y el norte de Centroamérica para dimensionar lo complejo y diverso de todo el proceso de conquista.

Para el primer caso, Raquel Güereca hace un breve recorrido por los grupos culturales que habitaban el Occidente de Mesoamérica (los actuales estados de Colima, Michoacán, Nayarit, Jalisco y Sinaloa en México) durante el periodo posclásico para terminar con las diversas expediciones de conquista durante 1522- 1531. El segundo artículo es escrito por Laura Matthew quien nos relata cómo se vivía durante el posclásico en la parte norte de Centroamérica (Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras) su complejidad cultural, lingüística y la manera en que fueron aprovechadas las rutas comerciales prehispánicas para la conquista de esta región, mismas que fueron realizadas en 1524 y 1527. 

Siguiendo con este relato, el segundo número, presentará artículos sobre el Norte de México con el aporte de Danna Levin, luego tendremos a Agustín García Márquez que nos dará un panorama de Veracruz para terminar con un artículo de Federico Navarrete quien hablará sobre la diversidad de grupos nahuas que habitaban por toda Mesoamérica.

En la última semana de estos números “regionales”, presentaremos tres casos diferentes en el sur de México: el primero sobre Yucatán por Carlos Conover, el segundo sobre Oaxaca con Marta Martin y el tercero sobre Chiapas con Marie Fulbert.

Al finalizar estas tres semanas veremos que las luchas internas que ya se llevaban a cabo entre los diversos grupos culturales en toda Mesoamérica y, de los cuales solamente se aprovecharon los españoles quienes eran guiados por los aliados indígenas, fueron clave en toda la conquista.

Para finalizar, otro detalle importante a resaltar es nuestra costumbre en nombrar a los aliados indígenas de los españoles como “los de Tlaxcala” pero, lo que demostrarán estos ocho artículos es que durante el proceso de conquista los grupos culturales que eran conquistados se convertían a su vez en nuevos conquistadores, mientras se avanzaba en este proceso de aprovechar las rutas de comercio conocidas o las adelantadas realizadas por los mexica años antes.

Es así que, al final, los conquistadores fueron un cúmulo de gente tlaxcalteca, mexica, quauhquecholteca, española, zapoteca, acolhua, xochimilca, kaqchikel, que hacía la guerra, conquistaba y repoblaba, la mayoría de veces, violentamente, mudándose con sus familias o haciendo nuevas en el camino.