originario de África, no se sabe si llega a Lisboa, Portugal, como esclavo u hombre libre, donde se convierte al cristianismo. Las fuentes señalan que en 1503 se embarca hacia la exploración del Nuevo Mundo; viaja a Santo Domingo, al parecer como sirviente de Pedro Garrido, de quien al parecer toma su apellido. En 1519, se integra a la empresa de Cortés en la que, inicialmente pudo ser sirviente de Pedro Garrido, para después trabajar directamente para el propio Hernán Cortés. De 1523 a 1524, forma parte de la empresa de exploración a Michoacán y a las costas de Guerrero. Vuelve a la ciudad de México, en donde se desempeña en diversos puestos, como el de portero de la ciudad, pregonero, y guardián del ahora célebre acueducto de Chapultepec.