Cuando Cortés comprende que debe aliarse con los enemigos de los mexicanos

Texto original con ortografía de la época:

Hizo algunas preguntas a los indios para informarse de la intención y fuerzas de aquel cacique; y una de ellas fue ¿cómo estando tan vecinos habían tardado tanto en venir con aquella proposición? A que respondieron, que no podían concurrir los de Zempoala donde asistían los mejicanos, cuyas crueldades se sufrían mal entre los de su nación.

No le sonó mal esta noticia a Hernán Cortés, y apurándola con alguna curiosidad, vino a entender que Motezuma era príncipe violento y aborrecible por su soberbia y tiranías, que tenía muchos de sus pueblos más atemorizados que sujetos, y que había por aquel paraje algunas provincias que deseaban sacudir el yugo de su dominio; con que se le hizo menos formidable su poder, y ocurrieron a su imaginación varias especies de ardides y caminos de aumentar su ejército, que le animaban confusamente. Lo primero que se le ofreció fue ponerse de parte de aquellos afligidos, y que no sería dificultoso ni fuera de razón el formar partido contra un tirano entre sus mismos rebeldes. Así lo discurrió entonces, y así le sucedió después, verificándose con otro ejemplo en la ruina de aquel imperio tan poderoso, que la mayor fuerza de los reyes consiste en el amor de sus vasallos.

Para citar:
de Solís y Rivadeneyra, Antonio , Historia de la Conquista de Méjico: población y progresos de la América Septentrional conocida por le nombre de Nueva España, Madird, Espasa-Calpe, 1970 [1684], pp. 89-89
Lugar(es):
  • San Juan de Ulúa
Persona(s):
  • Hernando Cortés
Actor(es):
  • indios aliados de Cortés