Cuando Cortés comprende que debe aliarse con los enemigos de los mexicanos
Hizo algunas preguntas a los indios para informarse de la intención y fuerzas de aquel cacique; y una de ellas fue ¿cómo estando tan vecinos habían tardado tanto en venir con aquella proposición? A que respondieron, que no podían concurrir los de Zempoala donde asistían los mejicanos, cuyas crueldades se sufrían mal entre los de su nación.
No le sonó mal esta noticia a Hernán Cortés, y apurándola con alguna curiosidad, vino a entender que Motezuma era príncipe violento y aborrecible por su soberbia y tiranías, que tenía muchos de sus pueblos más atemorizados que sujetos, y que había por aquel paraje algunas provincias que deseaban sacudir el yugo de su dominio; con que se le hizo menos formidable su poder, y ocurrieron a su imaginación varias especies de ardides y caminos de aumentar su ejército, que le animaban confusamente. Lo primero que se le ofreció fue ponerse de parte de aquellos afligidos, y que no sería dificultoso ni fuera de razón el formar partido contra un tirano entre sus mismos rebeldes. Así lo discurrió entonces, y así le sucedió después, verificándose con otro ejemplo en la ruina de aquel imperio tan poderoso, que la mayor fuerza de los reyes consiste en el amor de sus vasallos.
- San Juan de Ulúa
- Hernando Cortés
- indios aliados de Cortés