De vuelta al sacrificio y la antropofagia en Mesoamérica

Como lo sostuve en una nota publicada en Noticonquista hace año y medio – y como lo voy a mantener también en este regreso sobre la cuestión del sacrificio humano y la antropofagia en Mesoamérica – “a partir del siglo XVI, el fenómeno del sacrificio humano en las antiguas sociedades mesoamericanas fue interpretado y valorado por los europeos a través de distintas posiciones ideológicas”, las cuales oscilaban entre la “demonización”, la “apología” y la “negación”.[1]

Mientras escribía aquella nota a finales del 2019, del otro lado del Océano la investigadora de origen mixteco Gabina Aurora Pérez Jiménez y su esposo, el profesor emérito de la Universidad de Leiden Maarten E. R. G. N. Jansen, demostraban en un artículo conjunto, titulado “Deconstruyendo el sacrificio humano azteca”, que lo que dije acerca de la mirada europea sobre el sacrificio mesoamericano en el siglo XVI sigue aún vigente el día de hoy.[2] En efecto, una lectura atenta del artículo mencionado deja claro que el afán apologético y la tentación negacionista pueden llevar a los estudiosos más serios y preparados – como los son sin duda Pérez Jiménez y Jansen –[3] a una posición revisionista, que juzga como meras invenciones las fuentes coloniales del siglo XVI en pos de demostrar la tesis – desde mi punto de vista insostenible – de que no hubo tal cosa como el sacrificio humano en Mesoamérica y mucho menos canibalismo o antropofagia entre los mexicas y otros pueblos mesoamericanos y amerindios.[4]

Más allá de rebatir los argumentos de la postura revisionista de los catedráticos de la Universidad de Leiden – los cuales por ciertos no son para nada nuevos y recuerdan de cerca las consideraciones escépticas y deconstruccionistas de William Arens y Gananath Obeyesekere en sus respectivos ensayos Man-Eating Myth (1979) y Cannibal Talk (2005) – quisiera solamente señalar que las tesis de Pérez Jiménez y Jansen obedecen, más que a un proyecto de investigación académica sobre los fenómenos culturales del sacrificio humano y la antropofagia en Mesoamérica, a una estrategia política y un posicionamiento poscolonial a favor de los pueblos indígenas. El objetivo de estos dos especialistas de la lengua y la cultura mixteca no es estudiar y comprender el sacrificio humano y el canibalismo como prácticas que tenían fundamentos en distintas visiones del mundo amerindias y que en sus respectivos contextos históricos y culturales tenían sentido y jugaban un papel importante en la vida social de las comunidades en las cuales existían, sino limpiar el nombre de los pueblos indígenas que había sido ensuciado por las calumnia colonizadora del sacrificio humano y el canibalismo y ennoblecer su pasado prehispánico y colonial, señalando a los conquistadores y evangelizadores del siglo XVI como cronistas mentirosos e interesados, que imputaban sin ninguna prueba tangible a los pueblos amerindios estas prácticas nefandas, con el único fin de justificar la conquista militar y espiritual del Nuevo Mundo y la explotación de sus recursos humanos y naturales.

Ahora bien, aunque las intenciones decoloniales de la pareja de Leiden parecen a primera vista encomiables y perfectamente entendibles en el contexto contemporáneo de marginación, despojo e invisibilización de los pueblos indígenas, producto de 500 años ininterrumpidos de embates de los regímenes coloniales y de atropellos de los estados nacionales de América Latina, Estados Unidos y Canadá, no creo que la negación de los fenómenos sacrificiales y antropofágicos prehispánicos y coloniales sea la mejor maniobra política para sacar de la pobreza a las comunidades indígenas americanas y para acabar con el racismo y las discriminación sistémica que padecen desde hace siglos. Como bien decía Marx en El capital, “el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones”.[5] En realidad, aunque las propuestas de Pérez Jiménez y Jansen serán aceptadas con entusiasmo por ciertos movimientos indigenistas y sectores activistas en favor de los derechos humanos de los pueblos originarios, también deben ser criticadas por los académicos americanistas que desde hace muchos años se dedican al estudio del sacrificio humano y la antropofagia en Mesoamérica y otras regiones americanas.[6]

De hecho Pérez Jiménez y Jansen, negando o reinterpretando a su manera las fuentes arqueológicas, históricas e iconográficas sobre el sacrificio y la antropofagia en el México antiguo, no sólo tachan a los cronistas españoles e indígenas del siglo XVI de embusteros y mal informados, sino de paso tildan a todos los investigadores actuales que creen que hubo estos fenómenos culturales en Mesoamérica y otras parte del continente americano – y que intentan estudiarlos sin prejuicios ideológicos – de ingenuos, por no criticar correctamente las fuentes, o de malintencionados, por querer seguir difamando a los antepasados de los indígenas como lo hicieron los conquistadores y evangelizadores europeos hace 500 años. Desde mi punto de vista – pero aclaro que ésta es mi pobre opinión personal y que podrá ser rebatida y refutada – esta actitud negacionista nos habla, más que de una crítica bien intencionada, de una mala conciencia de los académicos poscoloniales euro-americanos, los cuales vuelven a proponer bajo nuevas vestimentas las mismas preocupaciones apologéticas y negacionistas de los misioneros españoles del XVI, como fray Antonio de Montesinos y Bartolomé de las Casas. Como lo dice de manera muy acertada Oscar Calavia Sáez en un ensayo en preparación para el proyecto de investigación sobre los fenómenos de la guerra, el sacrificio y la antropofagia en Mesoamérica: “El negacionismo es una evangelización retrospectiva”.[7]

 

[1] Gabriel K. Kruell, “El sacrificio humano entre demonización, apología y negación”, en Las múltiples formas y significados del “sacrificio humano” en México-Tenochtitlan y en Mesoamérica, amoxtli publicado el 2/12/2019:  https://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/1853/1847.

[2] Maarten E. R. G. N. Jansen, Gabina Aurora Pérez Jiménez, “Deconstructing the Aztec Human Sacrifice”, Incidental Paper, Center for Indigenous America Studies, Leiden, Leiden University, 2019 (artículo descargable en https://www.academia.edu/39980263/Deconstructing_the_Aztec_Human_Sacrifice).

[3] Véase por ejemplo los dos ensayos recientes publicados en la editorial Brill de Leiden: Marteen E. R. G. N. Jansen, Gabina Aurora Jiménez, The Mixtec Pictorial Manuscripts: Time, Agency, and Memory in Ancient Mexico (2011); Time and the Ancestors: Aztec and Mixtec Ritual Art(2017).

[4] Los autores defendieron esta misma postura en una conferencia magistral titulada “La invención colonial del sacrificio humano”, impartida en el Congreso Internacional sobre Códices y Manuscritos Coloniales organizado por el Centro de Investigaciones Históricas y Culturales de Hidalgo y trasmitida en vivo por Facebook Live el 9 de abril 2021. Se puede visualizar la grabación de la conferencia en https://www.facebook.com/watch/live/?v=713788292622514&ref=watch_permalink.

[5] Desde luego esta expresión no es invención de Marx y el filósofo alemán al citarlas se refería a la “buena” intención del capitalismo de ganar dinero sin producir nada: “Der Weg zur Hölle ist jedoch mit guten Absichten gepflastert, und er konnte ebensogut der Absicht sein, Geld zu machen, ohne zu produzieren” (Karl Marx, Das Kapital, libro I, 1867. Fuente: https://beruhmte-zitate.de/zitate/1949208-karl-marx-der-weg-zur-holle-ist-jedoch-mit-guten-absichten-g/).

[6] Cito como referencia solamente un par de estudios colectivos sobre el sacrificio humano en Mesoamérica: Elizabeth P. Benson, Elizabeth H. Boone (eds.), Ritual Human Sacrifice in Mesomaerica: A Conference at Dumbarton Oaks, October 13th and 14th 1979, Washington D.C., Dumbarton Oaks Research Library and Collection, 1984; Leonardo López Luján, Guilhem Olivier (coord.), El sacrificio humano en la tradición religiosa mesoamericana, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Universidad Nacional Autónoma de México, 2010.

[7] Oscar Calavia Sáez, “Canibalismo y sacrificio: términos inadecuados, palabras inconvenientes”, texto en preparación para el seminario “Guerra, sacrificio y antropofagia en Mesoamérica: nuevas perspectivas teóricas y metodológicas”, coordinado por Gabriela Rivera Acosta, Gabriel Kruell y Stan Declercq, miembros del seminario (en orden alfabético): Alejandro Fujigaki Lares, Alonso Rodrigo Zamora Corona, Carlos Heiras Rodríguez, Laura Alicino, Marco Antonio Cervera Obregón, Mundo Ramírez Camacho, Oscar Calavia Sáez, Rodrigo Llanes y Siddharta Carrillo Muñoz.

Para citar: Gabriel Kruell, De vuelta al sacrificio y la antropofagia en Mesoamérica, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/index.php/amoxtli/2735/2735. Visto el 26/04/2024