Llegada a Tlaxcala y guerra con los taxclatecas

Texto original con ortografía de la época:

Caminando más adelante llegaron a vista de una provincia grande que se llama Tlaxcala, en la cual parecieron y se vieron muchas poblaciones y torres a su modo de ellos, siete u ocho leguas de llanos se parecía, en los cuales se hallaron y vieron gente de guerra sin cuento con muy buenas armas a su modo, conviene a saber, con ichcahuipiles de algodón, macanas y espadas a su modo y mucha arquería, y muy muchos de ellos con banderas y rodelas de oro y otras insignias que traían puestas y ceñidas a las espaldas, las cuales le daba un parecer y semblante fiero, porque venían tiznados haciendo muy malos gestos y visajes, dando muy grandes saltos, y con ellos muy muchos alaridos, gritos y voces que causaban en los que los oíamos muy gran temor y espanto, tanto que hubo muchos españoles que pidieron confesión; mas empero el dicho capitán Hernando Cortés se mostró muy magnánimo y de bravo y fuerte corazón, y así hizo un razonamiento animado a los soldados, que fue causa de que se les quitase parte del temor que cobrado habían, y así puso en buena ordenanza a la gente de pie y de caballo para poder dar batalla. Y yendo con aquel concierto y orden por el camino, que era muy ancho y bueno, llegamos a la salida del monte el cual estaba todo enredado con sogas de esparto, a manera de cerca, para estorbarnos el camino. Y luego salido Cristóbal de Olid con otro de caballo, como hombre esforzado, a dar en la gente de guerra, y como los caballos iban corriendo con sus cascabeles y los tiros se dispararon, los indios espantados de ver cosa tan nueva se detuvieron un poco, y solamente dos indios aguardaron a los de a caballo, uno de una parte del camino y otra de la otra, y el uno de ellos cortó de un revés todo el pescuezo del caballo donde iba Cristóbal de Olid, y luego el caballo murió;b y el otro que estaba de la otra parte tiró otra cuchillada al otro que iba a caballo, y cortando toda la cuartilla del caballo en el cual [71] hizo el golpe, cayó también como el otro, muerto. Visto aquel atrevimiento los del ejército, se espantaron; mas no por eso dejaron de seguir tras ellos, en donde hubo muchos reencuentros, y cercados de todas partes se fueron defendiendo con mucho ánimo; y aquí en aquel hecho se mostró muy animoso y valiente Hernando Cortés, peleando valerosamente y animando la gente. Los de caballo que quedaban con el artillería, que eran cnce, poco a poco nos fuimos defendiendo un gran rato hasta llegar a un cerro redondo en el cual estaba una población, y arriba unas iglesias a su modo en donde el dicho capitán se aposentó e hizo fuerte con todos los demás españoles, que pareció haber Nuestro Señor puesto allí aquel cerro para nuestra defensa. Estuvimos quince días alojados en aquel cerro, cada día de los cuales fuimos de los indios por todas partes combatidos y guerreados, y como el cerro era redondo y la tierra llana salían los caballos y escopeteros y ballesteros, y tirando con el artillería hádaseles mucho daño a los indios de guerra, que por todas partes estaba la tierra cuajada de ellos.

Para citar:
de Aguilar , Fray Francisco , Relación breve de la conquista de la nueva España, México, UNAM- Instituto de Investigaciones Históricas , 1977 [1892], pp. 70-71
Lugar(es):
  • Tlaxcala
Persona(s):
  • Cristóbal de Olíd
  • Hernando Cortés
Actor(es):
  • Soldados