[...] los Mejicanos [90] volviéronse a su Ciudad y á sus Casas, con pensamiento que ya los Españoles se habían despedido, para irse a sus tierras (pues que habían perdido sus haciendas, y sus amigos, y casi la mitad de todos los Españoles, y que no osarían mas volver según que iban de destrozados, y heridos y fatigados) y asi hicieron junta solemne para elegir Señor, y para determinar lo que convenia hacer conforme a los negocios que se ofrecían. Lo primero fué que eligieron por su Señor a un hermano menor de Moctezuma, que se llamaba Cuitlaoatzi: y los otros Senadores (cuatro que siempre estaban al lado del Señor en todos los Negocios) fueron también aqui elegidos. Después de esto, los Sátrapas y Sacerdotes, hablaron al Señor, y su Senado, diciendo con gran aparato de retorica (como ellos siempre lo solían hacer) que lo primero que convenia a hacer era hacer gracias y ofrendas y servicios a sus Dioses por tan grandes beneficios como de ellos habían recibido, en todo el proceso de la Guerra: el Señor con sus Senadores se persuadieron luego, a que aquella era lo que convenia hacerse.