Españoles incitan a los tlaxcaltecas al cristianismo: el bautizo de los cuatro señores de Tlaxcala

Texto original con ortografía de la época:

[...] y en resolución Maxixcatzin y Xicotencatl y los demás principales caciques y señores dijeron a Cortés que no reparase en cosa alguna, sino que ejecutase su intento y que absolutamente hiciese lo que le pareciese y bien le estuviese, porque ellos estaban determinados de creer en dios y en Santa María su santísima madre, y guardar sus mandamientos sagrados y divinos preceptos, y que desde luego daban por ninguna su ley de idolatría y engaño en que vivían y habían vivido, y que en esta fe y nueva tan santísima querían vivir y morir para siempre jamás e que desde luego pedían agua de bautismo, e que querían ser bautizados. E que para que fuese notorio a todas sus gentes se pusiese luego por obra y que en ello no hubiese dilación, que el tiempo no daba lugar a ello.

Visto por Hernando Cortés cuan bien se acudía a lo que él tanto deseaba, no podía estar de gozo, dando inmensas gracias a nuestro señor por tan grandes y señaladas mercedes como le hacía, porque este fue el principal fundamento de su venida y el camino y principio de todo su bien, como lo fue en esta vida y para conseguir y alcanzar la gloria y dejar en esta vida eterna inmortal fama.Y con este tan solemne y celebrado regocijo, fueron luego bautizados los cuatro señores de las cuatro cabeceras como atrás lo habernos venido refiriendo por mano de Juan Díaz, presbítero que venía por capellán de la armada. Hecha esta general y pública conversión a honra y gloria de nuestro señor y de su benditísima madre la siempre virgen María y señora nuestra, se comenzaron a bautizar luego otros muchos señores y caciques de esta república, tras lo cual se comenzaron a derribar por los suelos, los ídolos y estatuas de sus falsos dioses y en presencia de todos a profanallos y a tenellos en poco, como se hizo hasta que totalmente cada día se iban y fueron asolando y se ha venido a perder el nombre de ellos y la pésima idolatría tuvo fin que tantos siglos de años había que duraba entre estas gentes.

Fueron padrinos de los cuatro señores, don Fernando Cortés, don Pedro Alvarado, Andrés de Tapia, Gonzalo de Sandoval, Cristóbal de Olid. Tomó por nombre Xicotencatl llamarse Vicente que después se llamó don Vicente y Maxixcatzin se llamó Lorenzo, don Lorenzo Maxixcatzin, Citlalpopocatzin y Tlehuexolotzin. Este día de su bautismo y conversión se hicieron muchas fiestas a modo castellano, con muchas luminarias de noche y carreras de caballos, aunque pocos con cascabeles, que vieron y conocieron los naturales estas muestras de alegría, y ellos a su modo hicieron grandes bailes y danzas que llaman mitotes, según su antiguo uso y costumbre, con muchas comidas y dádivas y presentes de ropa y esclavos y joyas de oro y piedras de precio, que dieron a los españoles aquel día. [...]

Habiendo pues acabado Hernando Cortés un negocio tan heroico y arduo, en haberse convertido por su orden y mano los cuatro caciques y cabeceras de Tlaxcalla, desde allí en adelante se comenzaron a tratar negocios tocantes a la conquista, cómo y de qué manera se podía entrar y tomar a México y ganar las demás ciudades y provincias para que ansí mismo ellos viniesen en conocimiento de dios y de la verdadera lumbre de nuestra santa fe y que fuesen bautizados y  se diesen de paz sin derramamiento de sangre ni muertes de hombres.

Para citar:
Muñoz Camargo, Diego , Historia de Tlaxcala, Tlaxcala, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social; Universidad Autónoma de Tlaxcala, 2013 [1998], pp. 185-187
Persona(s):
  • Hernando Cortés
  • Pedro de Alvarado
  • Cristóbal de Olíd
  • Andrés de Tapia
  • Gonzalo de Sandoval
  • Maxixcatzin
  • Xicotencatl